“Este flagelo ocurre en momentos complicados para el Ecuador - escribe Mons. Julio Parrilla, Obispo de Riobamba en Ecuador - Los excesos de la naturaleza nos acompañan siempre: antes eran las inundaciones por el invierno. Y, poco antes también, la erupción del volcán Cotopaxi. Ahora este terrible terremoto que deja al país en una situación crítica. Económicamente, la recesión nos había puesto contra las cuerdas. Será duro salir adelante y afrontar de forma eficaz este enorme agujero que se abre bajo nuestros pies. Pero, como ocurre siempre entre nosotros, el dolor deja también en evidencia la solidaridad”.
La provincia de Manabí es una de las zonas más afectadas por el seísmo de 7,8 grados que sufrió la costa de Ecuador. La tragedia ha dejado hasta ahora 499 víctimas mortales, millares de heridos, y sobre todo, miles y miles sin casa, sin comida, hasta sin agua.
La solidaridad de la Familia Salesiana continúa en todo el Ecuador. El tema “Podemos ayudar en algo” se ha hecho un compromiso de todos los salesianos del Ecuador y del mundo entero. Los integrantes de la Casa Don Bosco de Guayaquil, recolectan víveres, colchones y colaboran en la fabricación de ataúdes para los fallecidos del terremoto.
“La Comunidad Salesiana busca apoyar directamente a dos sectores, tanto en la zona Parroquia Tarqui del Canton y Parroquia Crucita de Manta. Se estima que la población de impacto serán 5.800 familias en Tarqui, incluido el Colegio San José de Manta, y 1.200 familias en Crucita. Estas 7.000 familias tienen un promedio de 6 personas, por lo cual 42.000 personas esperan ser beneficiadas con el aporte que llegue de cualquier parte del mundo”.
Ecuador nos necesita: “no los dejemos de lado”. Podemos apoyar con un donativo a través de la página: www.salesianmissions.org/ecuador y www.misionessalesianas.org/ y revisando la página de los Salesianos del Ecuador: www.salesianos.org.ec
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