“Estábamos en un encuentro con 70 catequistas de Portoviejo, reunidos para recibir capacitación en la Obra Salesiana ‘Santa María de los Ranchos de Crucita’. En el momento de la cena, comenzó otro terremoto. Todo comenzó a temblar y los gritos y el ruido de los vidrios que se rompían inundaron el salón. Todos salieron corriendo en medio de la obscuridad” - escribe Ángel Giler colaborador de la casa. “La casa de Crucita -explica el P. Paco Gómez, mirando con tristeza la destrucción - es el lugar donde los chicos de los colegios y la gente de Parroquia se reunían para hacer convivencias, retiros espirituales. Más de 30 años al servicio de la Misión salesiana y se ha perdido todo”.
La Comunidad Salesiana de Esmeraldas es una de las zonas afectadas. En la parroquia existen cientos de familias que sufrieron las consecuencias del terremoto. Han quedado sin casa, sin alimento, sin vestido, hasta sin familias, porque han perdido todo. “El señor Jesús, ha perdido todo. Tiene seis hijos que mantener y una casa que construir”. El P. Juan Flores, Director de la Comunidad de Esmeraldas, menciona que “Gracias a Dios los hermanos se encuentran con vida, pero los daños materiales son irreparables. Se han suspendido las clases”.
La “Unidad Educativa María Auxiliadora” presenta paredes con fisuras y grietas, especialmente en el segundo piso. En este centro educativo estudian 3.120 estudiantes, los cuales provienen del Valle San Rafael, ubicado al sur de la ciudad de Esmeraldas. Asimismo, este sitio acoge alrededor de mil niños de los Oratorios y catequesis que forman parte de la Parroquia.
En estos momentos, los salesianos y la Parroquia María Auxiliadora colaboran en la búsqueda de donaciones. La Oficina de Planificación y desarrollo Inspectorial de Ecuador recibe y canaliza todas las ayudas a nivel nacional y a nivel internacional: www.salesianos.org.ec/oplad