La asamblea fue convocada por la Comisión Católica para Migrantes y Refugiados y fue presidida por Monseñor. Michael Matsuura Goro, Obispo de Nagoya. El objetivo del encuentro fue superar la situación de los enfoques autónomos sobre el tema, para pasar a una mediación coordinada de las diversas iniciativas ya en marcha a nivel diocesano y congregacional. Los Salesianos están reflexionando sobre cómo intervenir, por ejemplo poniendo en contacto a las parroquias salesianas de ambos países o poniéndose en contacto con empresas que buscan trabajadores vietnamitas.
En cualquier caso, el fenómeno está creciendo y muchos vietnamitas residen en el país por más de 20 o 30 años, por lo que ya hay una gran presencia de vietnamitas de segunda generación en Japón, y si se cuentan los hijos de nepalíes y filipinos en el país se llega casi a un millón de personas
Dada la importancia del trabajo en red entre las diferentes realidades católicas, las conclusiones operativas de la asamblea fueron:
- Asegurar en cada parroquia o comunidad local un ambiente de acogida eficaz para los migrantes, con la Eucaristía para sus comunidades y la disponibilidad para las Confesiones u otros servicios sacramentales y pastorales necesarios, tales como visitas a los enfermos.
- Llevar a cabo una campaña para crear conciencia en las parroquias sobre la situación de los migrantes vietnamitas.
- Dar a conocer a la comunidad católica la situación real de los migrantes y distribuir folletos con información básica en japonés y vietnamita para presentar los peligros y posibilidades disponibles para los migrantes (con referencias a la asistencia de profesionales como abogados, consultores, etc.).
- Formar equipos para acompañar a los Vicarios Episcopales para los migrantes y refugiados que ya están presentes en las diócesis.
- Después de establecer tales estructuras, cada obispo puede buscar la ayuda de otros obispos de Vietnam o de algunas congregaciones religiosas que tengan comunidades en ambos países.
- Muchas casas religiosas ya abren sus puertas los fines de semana a migrantes vietnamitas para los encuentros de oración, la Misa dominical, y el compartir... Tales experiencias podrían convertirse en el comienzo de los procesos vocacionales en Japón.
Fuente: AustraLasia