El P. Uzhunnalil fue secuestrado por un comando de hombres armados el 4 de marzo de 2016, durante un ataque a la casa de las Misioneras de la Caridad en Adén, Yemen, donde murieron 16 personas, entre ellas 4 religiosas.
En las próximas horas se esperan declaraciones oficiales de las autoridades de la India y de la Inspectoría Salesiana de Bangalore, a la que pertenece el P. Uzhunnalil.
El P. Uzhunnalil es originario del estado indio de Kerala, tiene actualmente 59 años. En el momento del secuestro se encontraba de misionero en Yemen durante 4 años, en la misión salesiana iniciada por su tío, el P. Matthew Uzhunnalil.
La noticia de su liberación ha recorrido el mundo y ha despertado gran alegría entre aquellos que habían estado esperando durante meses este grandioso día. “Estoy abrumada por esta buena noticia”, comentó a la agencia AsiaNews Sor Mery Prema, Superiora General de las Misioneras de la Caridad, cuyas hermanas en Adén tenían al P. Tom como capellán. "Alabemos a Dios por su misericordia. Nosotras nunca abandonamos la esperanza de que un día P. Tom sería liberado. Su fotografía está puesta junto a la tumba de la Madre Teresa. Las hermanas, los pobres y la gente rezaban todos los días por su liberación. Damos gloria a Dios y agradecemos a todos aquellos que oraron y trabajaron incansablemente por la liberación del P. Tom”.
“Queremos, en primer lugar, expresar nuestra profunda gratitud a Dios por la feliz conclusión de esta situación”, fue el comentario dado a la Agencia Fides por parte del Mons. Thedore Mascarenhas, Secretario General de la Conferencia Episcopal de la India.
En nombre de los obispos de la India – que han trabajado por la liberación de su compatriota, empezando por el Presidente de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Baselios Cleemis Thottunkal - Mons. Mascarenhas deseó agradecer al gobierno de la India “que ha puesto en marcha todos los esfuerzos para la liberación del P. Tom”, y en particular al primer ministro Narendra Modi y la ministra de Relaciones Exteriores Sushma Swaraj; al Papa Francisco, al Vicario Apostólico de Arabia del Sur, Mons. Paul Hinder, con quien los obispos indios han permanecido “en contacto constante”; al Rector Mayor y al Inspector Salesiano de Bangalore “por su paciencia y por su fe profunda”.