"La tormenta parecía tener vida. Aumentó la potencia y cambió repentinamente de dirección varias veces. Ha sido descrito por algunos como: el más fuerte de los ciclones”, continúa el salesiano.
El centro salesiano en Suva ha perdido algunos árboles y se encuentra con los restos esparcidos por todas partes. Comparado con otras casas, se puede constatar que son daños menores. Cuando finalizó el ciclón, el domingo por la mañana, los salesianos se dirigieron hacia las áreas circundantes para visitar a las familias de los niños, y de los amigos. Y a pesar del hecho de que en ese momento no había electricidad, los salesianos han jugado y han tenido las lecciones de catecismo.
Actualmente, los salesianos están visitando las zonas más afectadas para ver cómo se puede ayudar a la gente para reconstruir sus hogares y sus vidas. "Gracias a todos ustedes por vuestra preocupación, y por la oración que hacen por los ciudadanos de Fiji” - concluyó el P. Hoe.
Publicado el 02/26/2016