Por: Lily Ramón

Los festejos comenzaron con la misa dominical del 2 de abril, que acogió a miembros de las comunidades rurales de la obra salesiana. Niños, adolescentes y jóvenes de las obras misioneras llenaron la parroquia y fueron los encargados de animar musicalmente la misa. Posteriormente, la biblioteca del Santuario abrió sus puertas a la exposición “La paz del guerrero” del joven Alejandro Casas, exalumno salesiano.

La gala “100″ en la noche del lunes 03, fue un derroche de arte. Un “opening” especial a cargo de los adolescentes y jóvenes de la parroquia dio inicio a la gran fiesta. La música estuvo a cargo del grupo “In Tempore”, el coro juvenil salesiano por el grupo “Ad cor”, y el baile a cargo del grupo flamenco “Madiú Hidalgo”. La comunidad y los presentes de las casas salesianas del país, recibieron las buenas noches por parte del P. Francisco Batista, Inspector y la bendición de Monseñor Wilfredo Pino, Arzobispo de la Arquidiócesis de Camagüey.

El 04 de abril se inició con dos conferencias sobre la historia de los salesianos en Cuba y en Camagüey, impartidas por el P. Bruno Roccaro, SDB, y el diácono Rafael Marrero, SSCC. Al finalizar la presentación histórica de los salesianos en Cuba, se develó una placa conmemorativa en el pórtico del santuario de la Caridad, la Iglesia a la que llegaron los primeros salesianos de las Antillas, el 4 de abril de 1917.

El almuerzo en familia fue un homenaje de gratitud a los salesianos del pasado que dieron su vida, y a los salesianos del presente que siguen la misión en tierras cubanas.

Para concluir la jornada de clausura del año centenario se celebró una Misa de gratitud por la presencia de Don Bosco en ‘la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto’: Cuba. Para dar inicio a la fiesta, se inició con la peregrinación de cien niños, adolescentes y jóvenes que representaban cada uno de ellos un año de la presencia salesiana en la Isla.

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