El tema de este año es: “Igualar el campo de juego: el deporte para la inclusión social”.
En una declaración sobre la jornada, la ONU señaló: “El tema de este año busca desafiar los estereotipos, promover la igualdad de oportunidades y permitir un deporte inclusivo para todos, independientemente de la edad, el género o la etnia. Pone de relieve el papel del deporte como fuerza unificadora que fomenta la inclusión y sociedades más equitativas. El deporte es una plataforma poderosa de diálogo para afrontar los prejuicios e inspirar un cambio positivo en todo el mundo”.
Los misioneros salesianos ofrecen programas deportivos en las escuelas y centros juveniles de numerosos países. “Los programas deportivos fortalecen y educan a los jóvenes en el trabajo en equipo, la tolerancia, la inclusión y el respeto –afirmó el padre Michael Conway, director de Salesian Missions–. Aprender y practicar deportes de equipo enseña importantes habilidades sociales, ofreciendo a los jóvenes oportunidades de crecimiento y maduración”.
En honor al Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, Salesian Missions pone de relieve sus programas deportivos activos en todo el mundo.
El Instituto Salesiano Don Bosco de Parnamirim, en Brasil, inauguró el “Don Bosco Gymnasium”, en septiembre de 2024. El gimnasio, con una capacidad para ochocientos veinticuatro espectadores en gradas fijas y la posibilidad de albergar otros cuatrocientos cincuenta y dos asientos móviles, representa una importante inversión en el deporte y en la educación.
El espacio incluye una cancha polideportiva oficial, baños y vestuarios accesibles también para personas con discapacidad, una sala administrativa, un almacén y un estacionamiento con doscientos treinta y cinco plazas. Las innovaciones tecnológicas comprenden paneles aislantes térmicos y acústicos, uso de iluminación natural y un sistema de automatización inteligente que permite el control remoto de luces, portones y aire acondicionado.
En Egipto, en cambio, cerca de cien jóvenes participan en la escuela socio-deportiva del Instituto Don Bosco de Alejandría. La escuela se realiza en colaboración con la Procura Misionera salesiana de Madrid, Misiones Salesianas, y con la Fundación Real Madrid.
Niñas y niños de entre cinco y diecisiete años disfrutan practicando deporte, especialmente fútbol y baloncesto, interiorizando sanos valores. A través del deporte y con apoyo psicológico y social, los jóvenes pueden mejorar su rendimiento escolar, todo ello en un entorno que favorece el trabajo en equipo.
También en Sierra Leona, los misioneros salesianos gestionan una escuela socio-deportiva gracias al apoyo de Misiones Salesianas y de la Fundación Real Madrid. Se trata de la escuela Don Bosco, en Lungi, que ofrece a los jóvenes nutrición, apoyo familiar y psicológico, revisiones médicas regulares, la oportunidad de participar en talleres sociales y educativos, gimnasia, manualidades, lectura y muchas otras actividades.
La escuela salesiana de Lungi cuenta con cuatro equipos de fútbol, dos de baloncesto y tres de voleibol, que involucran respectivamente a setenta, cuarenta y cinco y noventa y ocho estudiantes. El edificio ha sido recientemente renovado y los jóvenes disponen ahora de todo el material necesario para aprender y practicar deportes.
La Inspectoría “san Artémides Zatti” de Tanzania (TZA), por su parte, organizó la primera edición del Salesian Sports, con el lema “El sueño que hace soñar”. El evento reunió a más de trescientos jóvenes y treinta y dos animadores de todo el país en el campus Don Bosco de Dodoma.
Como explicó uno de los salesianos implicados: “La competición incluyó torneos en diversas disciplinas, como baloncesto, fútbol, voleibol y netball, y para muchos fue una ocasión para encontrarse y ponerse a prueba”.
Los salesianos creen en la importancia del deporte en la educación, ya que, como señalaron desde Salesian Missions, “el deporte y la educación se complementan mutuamente, y así los jóvenes aprenden hábitos de estudio, higiene y alimentación saludable, así como los valores de compañerismo y solidaridad. Los jóvenes experimentan una transformación positiva que se traduce en el desarrollo de disciplina, puntualidad y responsabilidad”.