La misa fue presidida por el padre Michele Molinar, SDB, vicario inspectorial de los salesianos del Piamonte y Valle de Aosta, promotor de la causa de mamá Margarita para el Piamonte. Concelebraron con él los salesianos padre Enrico Lupano, padre Mario Maritano, el director de la obra del Colle Don Bosco, padre Thathireddy Vijaya Bhaskar, y el párroco de la Unidad Pastoral Mamá Margarita (formada por las comunidades de Capriglio, Montafia, Viale y Cortazzone), padre Francis Thomas Kunnathoor. La liturgia fue animada por el coro “Mamá Margarita”, de Capriglio.
En la homilía, el padre Molinar quiso subrayar la importancia de la esperanza, firmemente anclada a la fe, en la vida de mamá Margarita, particularmente en el Año Santo de la Esperanza: “La esperanza cristiana es grande si se apoya en la fe; de lo contrario, cuando mucho, es optimismo. Las cosas grandes de Dios son un sistema: las tres virtudes teologales, Fe, Esperanza y Caridad, forman un sistema. La esperanza se basa en la fe, y podríamos decir que la caridad es la esperanza que se ve. Los grandes cristianos, de los que el Paraíso está lleno, han hecho de la fe un paraguas que cubre las decisiones de toda una vida: desde las gozosas, llenas de futuro, hasta las difíciles y sufridas. ¡Y mamá Margarita ese paraguas claro que lo tenía! Y transmitió la fe a sus tres hijos a través de una pequeña afirmación: «¡Dios te ve!»”.
Al concluir, el presidente de la Asociación Amigos del Museo Mamá Margarita, Diego Occhiena, destacó la relación privilegiada de mamá Margarita con la oración: “Don Bosco, después de una jornada de fatigoso apostolado, cayéndose de sueño, cuando se dispone a ir a la cama, escucha la voz materna: ‘¿ya dijiste las oraciones?’ El hijo ya las había dicho, pero para complacerla se sienta a su lado y juntos las repiten. Luego la madre insiste: ‘estudia tu latín, aprende tu teología; pero tu madre sabe más que tú: ¡sabe que debes rezar!’”.