Después del primer encuentro, realizado el 7 de diciembre pasado, que contó con la participación del Rector Mayor Emérito, el padre Pascual Chávez Villanueva, y del padre Massimo Naro, quienes profundizaron en el tema “Actualidad del mensaje social de Don Bosco”, el lunes 17 de marzo, en el salón de la Iglesia Madre de San Cataldo, se ofreció a toda la ciudadanía y a la diócesis un segundo “momento de reflexión” con el tema “El Oratorio de San Cataldo – entre memoria y profecía”.
En esta ocasión intervinieron el padre Rino Dello Spedale Alongi, doctor en Teología con especialización en Catequética, docente en los Institutos Teológicos de Caltanissetta y de Messina, párroco de “San Pietro” en Caltanissetta; y el padre Giuseppe Ruta, salesiano, ex inspector de los salesianos de Sicilia (2014-2019), doctor en Teología con especialización en Catequética y actualmente profesor ordinario de Catequética en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.
Con su intervención titulada “Cien años de salesianidad en la diócesis de Caltanissetta según la narración de la prensa de entonces y más reciente”, el primer ponente recorrió la historia de la presencia salesiana en la ciudad: desde cuando, a fines del siglo XIX, monseñor Giovanni Battista Guttadauro, segundo obispo de Caltanissetta, pidió directamente a Don Bosco el envío de los salesianos a su diócesis, hasta llegar a las intervenciones del actual obispo, monseñor Mario Russotto, siempre cercano a los salesianos de San Cataldo.
El padre Ruta, por su parte, partiendo de la invitación a imaginar qué sería hoy San Cataldo sin la iglesia y sin el oratorio salesiano, profundizó en el tema “Eclesialidad y salesianidad en el centro de Sicilia: el Oratorio de San Cataldo entre pasado, presente y futuro”, estructurado en tres fases distintas: Memoria (“A pesar de todo… ¡cuánta gracia!”), Presente (“Los desafíos del presente”) y Futuro (“Mirar y avanzar con esperanza”), con el deseo final de “pasar de la memoria al sueño y del sueño a los signos… signos concretos y sensibles”.
A monseñor Mario Russotto le fueron confiadas las conclusiones del momento de reflexión: “No se puede imaginar San Cataldo –afirmó el obispo– sin los salesianos; nosotros ni siquiera nos atrevemos a imaginar San Cataldo sin los salesianos”, reafirmando, una vez más, que “¡San Cataldo es salesiana!”. Refiriéndose luego al periodo histórico de la llegada de los Hijos de Don Bosco y a las numerosas figuras de santidad vividas en lo oculto, Su Excelencia también dijo que “el abrazo entre lo que se vivía en San Cataldo desde el punto de vista de la espiritualidad, de la fe encarnada, y el carisma de Don Bosco fue, verdaderamente, un abrazo – me atrevería a decir – nupcial”.
La moderación del encuentro estuvo a cargo de la doctora Marisa Falzone y los interludios musicales fueron ofrecidos por el coro de voces femeninas “Resonantiæ Camera Chorus”, lo cual enriqueció la velada, haciéndola agradable para el numeroso público presente, entre los cuales se encontraba monseñor Antonino Migliore, obispo emérito de Coxim, en Brasil, el padre Franco di Natale, vicario inspectorial de los salesianos de Sicilia, y otras autoridades locales.
Tomando prestadas las palabras de monseñor Russotto, se puede concluir observando que “la historia continúa; quién sabe cómo seguirá, pero es cierto que sin el carisma de Don Bosco y los salesianos en San Cataldo, esta historia no podrá seguir adelante como profecía… ¡y nosotros queremos la profecía!”.
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