La jornada festiva comenzó con un momento académico ceremonial. Tras un breve video que llevó a los asistentes de vuelta a los orígenes de la empresa Salve, el director agradeció al equipo actual de empleados por su colaboración fructífera y productiva, y presentó algunos pasos hacia el futuro: el desarrollo de la librería y cafetería “Knjigvarna Don Bosko”, la implementación de anuncios parroquiales electrónicos, la “línea Don Bosko” de productos para jóvenes y la librería móvil.

“Hoy es un día especial: un día en el que miramos hacia atrás al camino recorrido y, al mismo tiempo, nos proyectamos hacia el futuro con confianza. Apoyamos el trabajo educativo y pastoral para que todos puedan vivir como buenos cristianos y honrados ciudadanos”, afirmó, resaltando así el sentido de esta iniciativa editorial salesiana.

Luego, el padre Bogdan Kolar, salesiano e historiador, repasó el camino de la obra catequística y editorial de los salesianos de Don Bosco en Eslovenia, un recorrido que hace treinta años llevó a la fundación de la casa editorial. Junto con el trabajo de los pioneros salesianos, como el sacerdote Franc Mihelčič y el coadjutor Vinko Furlan, el padre Kolar destacó algunas de las actividades con las que los salesianos abrieron nuevos caminos para la Iglesia eslovena, así como los logros alcanzados gracias a este espíritu de iniciativa.
La celebración continuó con la misa de acción de gracias en el santuario jubilar de María Auxiliadora en Rakovnik, presidida por el arzobispo emérito de Belgrado, el salesiano monseñor Stanislav Hočevar, y concelebrada por el obispo de Koper y representante de la Conferencia Episcopal Eslovena, monseñor Peter Štumpf, también salesiano; por el vicario inspectorial, el padre Alojzij Dobravec, SDB, y por varios sacerdotes salesianos y diocesanos.

“El Espíritu de Dios, que siempre renueva todo y lo hace nuevo, ha dado vida a una institución renovada”, recordó monseñor Hočevar en su homilía, quien hace treinta años, como inspector salesiano, fundó la sociedad Salve y bendijo los primeros locales para su actividad.

Luego, subrayando el valor de la actividad de la editorial salesiana, el prelado concluyó: “Saludo con alegría a todos ustedes que hoy están presentes en esta misa de acción de gracias; que la Iglesia de nuestro tiempo y todas las instituciones que la componen mantengan una vigilancia profunda ante las difíciles cuestiones antropológicas y pedagógicas de nuestro tiempo presente”.

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