Los relatores de las seis comisiones expresaron sus propuestas de modificación, cada uno comenzando con un reconocimiento al trabajo de síntesis que realiza la comisión de Redacción cuando se apagan las luces en el salón capitular y en las salas de las comisiones.
Así transcurrió una jornada en la que los patios de Valdocco se llenaron de pequeños núcleos de diálogo fraterno, hubo reuniones en pequeñas mesas, momentos de oración personal en la basílica, en la capilla Pinardi y en la iglesia de san Francisco de Sales… todo con el objetivo de encontrar la mejor manera de expresar los conceptos desarrollados en las distintas conversaciones en el Espíritu realizadas hasta ahora.
El perfeccionamiento del primer borrador de las proposiciones, teniendo en cuenta también su extensión y el estilo más eficaz, se transformó en escucha y meditación para identificar los puntos que se colocarán en primera línea en el texto que señalará a la Congregación los próximos pasos a seguir.
Una inspiración, ya surgida en los días anteriores, encontró expresión y culminación en la “buenas noches” confiada al padre Pierluigi Cameroni, postulador general de las Causas de los Santos para la Congregación Salesiana; se trata de confiarse al testimonio dado por los “mejores” entre quienes nos han precedido: los santos canonizados, los beatos, los siervos de Dios e incluso los “maestros” encontrados en el propio camino de formación al ministerio.
Es en la vida de las personas donde se da la síntesis entre experiencias, ideas, deseos y expectativas que la rodean. La vida “lograda” es aquella que agrada al Padre, pero también al pueblo de Dios que la encuentra y sabe reconocerla como modelo de encarnación de las bienaventuranzas anunciadas por Jesús.
“Los hermanos que han vivido o viven en plenitud el proyecto evangélico de las Constituciones –recordó el padre Cameroni– son para nosotros un estímulo y una ayuda en el camino de santificación”. El testimonio de esta santidad se realiza en la misión salesiana: “desde Don Bosco hasta nuestros días se constata una tradición de santidad que merece atención por ser encarnación del carisma que de él tuvo origen y que se ha expresado en una pluralidad de estados de vida y formas”.
