Muchas adolescentes en toda Uganda enfrentan desafíos asociados con embarazos en la adolescencia, un problema extendido en todo el país. De hecho, estos embarazos representan casi un quinto de todos los nacimientos anuales en Uganda, registrándose treinta y dos mil de estos casos cada mes.
En el centro Don Bosco Palabek, los salesianos desean implementar un programa de apoyo para las jóvenes madres, ayudándolas a convertirse en madres saludables y resilientes.
Según las reglas del sistema educativo en Uganda, las estudiantes embarazadas o lactantes no pueden asistir a la escuela, lo que significa que muchas no completan su ciclo educativo o formación adecuada. Esto se agrava porque para muchas de estas madres es impensable dejar de amamantar, ya que no tienen otra forma de alimentar a sus pequeños. Además, la Organización Mundial de la Salud considera que la leche materna es la mejor alimentación para los recién nacidos y lactantes.
Casi todas las madres adolescentes de Palabek huyeron de la guerra y no tuvieron tiempo ni oportunidades para desarrollarse, mejorar su autoestima o aprender a cuidar de sus hijos e hijas. Necesitan formación e información sobre cómo hacerlo, así como sobre el cuidado personal, ya que muchas enfrentan dificultades incluso para mantener una higiene básica.
“¡No tienen proyectos para el futuro! Descubrimos con sorpresa y pesar que no tienen sueños ni esperanzas acordes a su edad – relatan los salesianos de Palabek –. Su principal preocupación son sus hijos, lo que las lleva a olvidarse de sí mismas, causando graves daños tanto a estas jóvenes madres como a sus pequeños”.
Sin embargo, los mismos salesianos observan: “A pesar de ello, podemos notar que estas jóvenes están abiertas al aprendizaje y a mejorar su estilo de vida. ¡Están dispuestas a dedicar tiempo a su formación y desean una vida plena junto a sus hijos e hijas!”
Por todas estas razones, los hijos de Don Bosco han propuesto la creación de un espacio seguro donde los niños puedan permanecer mientras sus madres asisten a clase, garantizando así la formación de las jóvenes y una alimentación adecuada para los pequeños.
A futuro, los salesianos también aspiran a establecer una escuela para la educación emocional y relacional, higiene, hábitos saludables y el desarrollo de la autoestima de las jóvenes, ayudándolas a amarse a sí mismas y a sus hijos de manera sana y segura.
“Queremos crear una comunidad entre ellas para que compartan preocupaciones, experiencias y vida, y reciban apoyo de otras madres con experiencia...”
Con estos esfuerzos, se avanza hacia la concreción del lema de la misión salesiana de Palabek: “Reconstruir las vidas de los refugiados”.
Para más información, visite el sitio de los salesianos de Irlanda, quienes han decidido respaldar este proyecto.