La velada estuvo llena de orgullo e inspiración, con los jóvenes escritores compartiendo sus caminos. Hablaron abiertamente de sus miedos iniciales a viajar, para algunos era la primera vez que se subían a un avión, y de sus luchas contra la duda sobre sus propias habilidades. Uno de los momentos más emotivos fue cuando destacaron la importancia de la vulnerabilidad en el liderazgo: salir de su zona de confort les abrió las puertas al crecimiento y al autodescubrimiento.
Cuando se les preguntó cómo habían reaccionado sus amigos al enterarse de que habían escrito un libro, los jóvenes autores reconocieron con humildad el mérito del Centro de la Familia Salesiana y de la organización SHOT por la oportunidad brindada. Reconocieron el papel del centro al permitirles decir “sí” a los desafíos, superar las inseguridades y realizar algo que verdaderamente está fuera de lo común.
Después de la presentación, los jóvenes escritores firmaron copias de sus libros para sus familias y los orgullosos seguidores.
Pero, sobre todo, la noche ofreció un momento de reflexión para los presentes, de donde surgieron tres lecciones clave:
1. Los jóvenes tienen pensamientos profundos. Es responsabilidad de los adultos hacer las preguntas correctas, escucharlos y aprender de ellos.
2. Los jóvenes son capaces de grandes cosas. Solo necesitan el apoyo de personas que crean en su potencial.
3. El Centro Juvenil de la Familia Salesiana realmente está transformando la vida de muchas personas. Al ofrecer oportunidades como esta, el Centro les da a los jóvenes las herramientas para tener un impacto duradero en la sociedad.
Mientras los padres de los autores irradiaban orgullo, entre todos los presentes se difundió una renovada esperanza para el futuro. El evento, de hecho, llevó a todos a reflexionar sobre una pregunta: ¿cómo podemos apoyar mejor a los jóvenes que nos rodean?
Esta noche recordó con fuerza que, cuando a los jóvenes se les da una plataforma para expresarse, tienen la capacidad de cambiar no solo sus vidas, sino también el mundo que los rodea.
Los logros de estos jóvenes escritores son testimonio del poder del apoyo, el aliento y las oportunidades. Pero su viaje apenas comienza, y muchos otros jóvenes esperan a que alguien crea en ellos.
Es posible marcar la diferencia comprometiéndose. Ya sea a través del mentorado, el voluntariado o el apoyo a programas como el Centro Juvenil de la Familia Salesiana, el papel de los educadores es fundamental para fortalecer a las nuevas generaciones. Juntos, es posible crear más oportunidades para que los jóvenes compartan sus voces, superen sus miedos y enfrenten con confianza su futuro.
La pregunta que flotó en la sala fue: ¿cómo apoyaré a los jóvenes de mi comunidad hoy?
Fuente: Salesian Clubs Los Angeles
