La fecha que marcó las vidas de Mahdi y Tayeba fue sin duda el 15 de agosto de 2021, el día en que la ciudad de Kabul cayó bajo el gobierno de los talibanes. Este evento hizo necesario el escape de la familia Moshtaq de su propio país. Antes de ese momento, los cónyuges Mahdi y Tayeba vivían tranquilamente en Afganistán, compartían residencia con la familia en el mismo edificio y mantenían contacto constante con sus seres queridos.
Tayeba creció en Irán, pero después de casarse con Mahdi, se mudó a Kabul, donde él trabajaba para la OTAN. Tayeba también trabajaba, primero en un comedor hospitalario y luego en un comedor de un instituto médico. Después de un tiempo, decidieron abrir una fábrica textil, que administraron juntos hasta el día de la toma de Kabul. Mientras tanto, la pareja tuvo dos hijos, Narges en 2014 y Amir en 2017; los niños eran muy pequeños cuando comenzó su huida del país. Pasaron primero por Harat, luego a Dubai y finalmente llegaron a Italia el 26 de enero de 2022, donde fueron acogidos en el oratorio "Sant'Anna" de Prato.
En su relato, Mahdi repite varias veces que no sabían exactamente a dónde se dirigirían, pero lo único que importaba era llegar a Italia, donde luego encontrarían lo que hoy llaman su "segunda familia". Después de completar todos los trámites para obtener el permiso de residencia, las tarjetas sanitarias y el estatus de refugiados, obtener la certificación de italiano de nivel A2 y el diploma de educación secundaria, Mahdi comenzó a trabajar en una cooperativa, mientras que Tayeba cuidaba de los hijos. En marzo de 2023, Mahdi comenzó una pasantía en una empresa textil, que recientemente se convirtió en un contrato indefinido.
Mientras tanto, la familia ingresó al Sistema de Acogida e Integración (SAI) de Prato y se trasladó a una de las residencias del circuito. A pesar de la distancia con el Centro Don Bosco de la ciudad, continúan asistiendo al oratorio. Tayeba afirma que para ellos no ha sido solo un lugar de residencia, sino un verdadero hogar, también desde el punto de vista afectivo. Mahdi también enfatiza que las cosas más hermosas, y por las que están más agradecidos, son la cercanía y amabilidad de las personas que han encontrado en su camino.
