Durante todo el mes de diciembre, a través de diversas actividades, se recaudaron fondos y donaciones para apoyar cuatro proyectos, todos relacionados con un plan de renovación del Internado. En el centro salesiano de Lahore, el Internado no solo tiene la función de albergar a muchos de los chicos que asisten a la escuela o al Centro de Formación Técnica; tiene su propio plan educativo dirigido a la formación integral de la persona y ofrece oportunidades formativas diferenciadas según las diferentes habilidades a ciento cincuenta chicos de edades comprendidas entre los doce y los veinte años.
El primer proyecto se centra en las actividades musicales. Los cursos de música durante los tiempos libres de la tarde tienen estos objetivos: estimular el gusto por hacer música juntos, abriendo a una mayor socialización y colaboración; ofrecer la oportunidad de pasar de simples receptores a protagonistas, a través de la experiencia de "hacer música". En resumen: desarrollar el sentido rítmico y armónico; estimular la mejora de la técnica instrumental con el instrumento elegido.
El segundo proyecto se centra en las actividades deportivas. Las actividades deportivas, realizadas por la tarde, tienen estos objetivos: participar activamente en diversas formas de juego, a veces organizadas también en forma de competición, colaborando con otros y respetando las reglas; mejorar la resistencia, rapidez, flexibilidad, fuerza de voluntad y habilidades coordinativas; promover estilos de vida correctos y saludables.
El tercer proyecto se centra en las actividades recreativas y formativas. A través de ellas, los salesianos pretenden educar en la visión de películas, fomentando el debate sobre los temas para captar los aspectos más relevantes y desarrollar el espíritu crítico; hacer que los jóvenes se cuestionen sobre lo trascendental, para que puedan plantear preguntas de sentido y comprender la interrelación entre la dimensión religiosa y cultural; ofrecer un conocimiento adecuado del cristianismo; proporcionar momentos de diversión a través del baile, favoreciendo el control de los movimientos y la coordinación.
El cuarto proyecto, finalmente, gracias a la colaboración con un profesional, se centra en el control psicológico de las emociones y la afectividad. Esto permitirá comprender los miedos personales y familiares, así como los sentimientos de culpa y las emociones negativas; adquirir autoaceptación y autocompasión; transformar los comportamientos autolesivos en comportamientos automejorantes; adquirir una afectividad madura.
Con el esfuerzo de todos, desde una sola escuela se logró recaudar 6 mil euros, que permitirán ayudar y desarrollar estos proyectos.