El P. Jean Paul Mesidor, debía participar de la reunión de Superiores, pero se encontró con la urgencia de ayudar a sus compatriotas. Como superior ha visitado las obras salesianas luego del paso del Huracán Matthew. La situación es alarmante ya que "se ha encontrado con una situación preocupante para muchas personas, pues han perdido seres queridos, casas, zonas agrícolas, ocasionando problemas graves para la economía del país y sobre todo para la economía familiar”.
“Los salesianos estamos ayudando a todas las personas que necesitan. La primera etapa consiste en la distribución de paquetes de alimentos y agua, pero es una etapa que no debe durar mucho. La segunda etapa es la creación de un comedor para proporcionar una comida caliente a todos, pero de manera especial a los niños, niñas y a los jóvenes que se atienda de lunes a domingo, pues la necesidad es grande. Una tercera etapa consistirá en “entregar herramientas de trabajo para que las personas comiencen a trabajar su tierra, pues la zona es eminentemente agrícola y quien no cultiva no puede comer”.
La etapa más importante a la que se refiere el P. Mesidor es la entrega de materiales de construcción y el “ofrecimiento de formación profesional facilitando becas, organizando cursos de corta duración y ofreciéndoles una profesión”. Si lugar a duda, ofrecerles las herramientas para salir de la pobreza es la educación. “Es indudable que: ¡solos no podemos, necesitamos de la solidaridad de todos!”.
Frente a este panorama volvemos la mirada a Don Bosco y recordamos el mandato de nuestro Padre: “¿Quieres hacer algo bueno? Educa a los jóvenes. ¿Quieres hacer algo divino? Educa a los jóvenes”. De hecho esta es una de las cosas más divinas que se podrá lograr en Haití con el apoyo de todos.