Riccardo Ezzati, a menudo llamado "Ricardo" por los muchos años que pasó en Chile, nació en Campiglia dei Berici, en la provincia de Vicenza (Italia), el 7 de enero de 1942, hijo de Mario Ezzati y Assunta Andrello. Cursó sus estudios primarios en la escuela municipal de su pueblo. El primer signo de su vocación se remonta a aquellos años: un día, la madre de un amigo suyo vino a visitar a la familia y le habló de su hijo, que se preparaba para asistir a un centro salesiano de orientación profesional. Decidió seguir sus pasos y se matriculó en el colegio de Penango, en la provincia de Asti. Y cuando llegó a Chile en 1960, sin haber cumplido aún los dieciocho años, ingresó inmediatamente en el noviciado salesiano de Quilpué.
Hizo su primera profesión religiosa el 31 de enero de 1961, luego estudió filosofía y pedagogía en el instituto salesiano afiliado a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y de 1964 a 1966 enseñó en el liceo "Camilo Ortúzar Montt" de Santiago.
De regreso a Italia para perfeccionar sus estudios de Teología, asistió a cursos en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma, obteniendo finalmente la Licenciatura. Luego se trasladó a la Universidad de Estrasburgo, Francia, donde cursó un máster en pedagogía religiosa. De regreso a Chile, enseñó religión y filosofía en la Universidad Católica de Valparaíso, hasta que hizo su profesión perpetua el 30 de diciembre de 1966 y fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1970.
Admirados por su fidelidad a la misión y sus aptitudes profesionales y humanas, sus superiores le confiaron diversas tareas en los años siguientes. De 1971 a 1972, fue responsable de la pastoral del instituto salesiano de Valdivia. De 1973 a 1977 trabajó en Concepción, como superior de la comunidad religiosa local y director del instituto salesiano. En 1978 fue nombrado director del centro de formación salesiano de Santiago, además de ser elegido consejero inspectorial.
Paralelamente, prosigue su actividad docente: enseña Pastoral Fundamental en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y es miembro y Director del Centro de estudios y experiencias catequísticas (Ceec). En 1984, durante el Capítulo General 22, fue nombrado Inspector de los Salesianos de Chile, y poco después fue elegido también Vicepresidente de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de Chile (CONFERRE).
En 1991 fue llamado al Vaticano para trabajar con el Arzobispo Errázuriz Ossa, entonces Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Fue el Papa Juan Pablo II quien lo nombró obispo, el 28 de junio de 1996, asignándole la diócesis de Valdivia, de la que tomó posesión el 8 de septiembre siguiente.
El 10 de julio de 2001 fue trasladado a la titularidad de La Imperial y, al mismo tiempo, nombrado auxiliar de Santiago de Chile.
Tras muchos años de dedicado servicio a la Iglesia y al pueblo de Chile, el 24 de abril de 2006 el Presidente de la República, a petición del Congreso Nacional, le concedió "por gracia especial" la nacionalidad chilena.
El 27 de diciembre siguiente, Benedicto XVI le nombró Arzobispo de Concepción.
En la Conferencia Episcopal Chilena, fue miembro de la Comisión Pastoral, donde presidió el área de educación durante dos períodos. También fue miembro de la comisión de seminarios, de la pastoral vocacional y de la comisión mixta obispos-superiores mayores. Desde 2007 es miembro del Comité Permanente.
También ha desempeñado diversas funciones y cargos en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), entre ellos: miembro del Departamento de Vida Consagrada y Presidente del Departamento de Cultura y Educación. Asimismo, participó en la histórica V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida (Brasil) en 2007.
El 15 de diciembre de 2010, Benedicto XVI le nombró arzobispo metropolitano de Santiago de Chile. Ese año, la Conferencia Episcopal le eligió presidente, cargo que fue renovado el 8 de noviembre de 2013 por otro trienio. En la capital chilena se centra sobre todo en educar para compartir con los más pobres. Subraya que no faltan bienes, pero es necesaria una distribución más justa y equitativa para convertir el país en una "mesa para todos", según el lema lanzado para sensibilizar a los fieles. Llama a los laicos a la corresponsabilidad en la nueva evangelización. También es notable su contribución a la valorización de la vida consagrada a través de documentos y discursos.
Creado cardenal en el Consistorio del 22 de febrero de 2014, pasó a ser arzobispo emérito de Santiago el 23 de marzo de 2019, a los setenta y siete años.