Acompañados por sus educadores, antiguos alumnos y amigos de Don Bosco, los jóvenes vivieron tres días de juegos, talleres, aventuras al aire libre y momentos de oración y reflexión, que les permitieron mantenerse en contacto con su fe y crecer espiritualmente, establecer vínculos significativos y encontrar un sentido más profundo al sentido de la vida.
Destacan especialmente los tres informes escuchados, cuyo objetivo era apoyar el voluntariado juvenil misionero y mostrar el éxito en la maduración en el camino de ser buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Las Hijas de María Auxiliadora de Scoresby ofrecieron aportaciones y reflexiones inspiradoras sobre la misión en la SPR (Región del Pacífico Sur), compartiendo en detalle su experiencia y la historia de la congregación. Animaron a los jóvenes a discernir sus vocaciones con amor, fe y respeto.
Isaiah Lahai, un refugiado africano que llegó a Australia en busca de una nueva vida, compartió su experiencia con los jóvenes, relatando en términos concretos los retos a los que se enfrentó y cómo pudo superarlos gracias al amor, la bondad y el perdón. Su historia fue un poderoso testimonio de la resistencia del espíritu humano y una inspiración para todos los jóvenes presentes.
Por su parte, Carlos Escobar, antiguo jefe animador en una obra salesiana, compartió con dinamismo sus reflexiones sobre el papel de los jóvenes en la experiencia de compartir la alegría para construir la confianza entre iguales.
Diversos talleres, realizados en pequeños grupos, también permitieron a los jóvenes aumentar sus conocimientos sobre la importancia de las plantas locales para las medicinas en Australia y para la producción de herramientas locales como boomerangs, lanzas y otros equipos utilizados para la caza; o concienciarse sobre la atención a la salud mental y la importancia de saber pedir ayuda cuando se necesita; o expresar sus ideas y emociones a través de un diario; o desarrollar habilidades de liderazgo a través de diversos retos.
El programa concluyó con una celebración eucarística dirigida por el P. Brian Ahern SDB, Delegado para la Pastoral Juvenil Salesiana de la Inspectoría Australia-Pacífico (AUL) y el P. Duc Tran SDB.
En general, "OzBosco" ofreció a muchos jóvenes un ambiente único para reunirse y compartir historias, intereses e ideas, y cada uno de ellos pudo encontrar algo que llevarse a casa de la experiencia. Cuando se abrazaron para despedirse, la gratitud por la oportunidad recibida prevaleció sobre la pena de la despedida, acompañada del deseo de renovarla en la próxima edición del evento.
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