Por: Fabio Zenadocchio
En el palacio del Obispo de Tahta, abandonado hace unos cincuenta años para vivir en la cómoda Sohag, los Salesianos Abuna Bassem y Edward organizaron para los muchachos unas vacaciones de verano ofreciendo tres cursos de formación: inglés, italiano y ciencias de la computación. Los dos salesianos, tanto el joven sacerdote, como el salesiano en formación de la Inspectoría Lombardo Emiliana, han sido enviados para mantener una presencia de verano que se celebra desde hace años, y que lleva las enseñanzas de Don Bosco.
El 28 de julio la banda de “Don Bass”, presentó en escena la noche final de las vacaciones de verano en Tahta: veinte animadores han animado la noche dirigiendo cuatro equipos de muchachos a través de juegos y bailes, buscando el premio final: una gran parrillada para muchachos y niños.
Tomaron parte en las festividades el P. Alejandro León Mendoza, ecónomo Inspectorial de Medio Oriente en una visita a Egipto, y el P. Pietro Bianchi, director de la casa de El Cairo - de Rod El Farag, de la que depende económicamente misión. Al grupo de salesianos se añadieron el Sr. Magued George, salesiano cooperador a cargo de los cursos de formación profesional en Rod El Farag.
La noche continuó con alegría e intensidad, con canciones y con bailes, incluso cantando los cantos de los “muecines”, que desde lo alto de las torres de los musulmanes recuerdan la oración, invadiendo la vida de todos los egipcios cinco veces al día. La largamente esperada parrillada, finalizó a las tres de la mañana, marcando el final de las “hostilidades”.
Al día siguiente, Mons. Youssef Aboul-Kheir, Obispo de Sohag (diócesis de la que pertenece Tahta) bendijo la ceremonia de la entrega de los certificados de participación en los cursos. El Obispo se reunió con el P. Pedro y el P. Alejandro para discutir algunos temas relacionados con la presencia salesiana en la diócesis. Junto al Obispo se añadieron otras autoridades locales, como el jefe de la Policía de la Gobernación de Sohag, y el Pastor de la Iglesia Evangélica.
Don Bosco ha sido un santo desconocido hasta la llegada de los salesianos, luego de estos encuentros han dejado huellas en los corazones de todos los muchachos y muchachas. Debemos mencionar el caso de un estudiante de medicina, que compuso una poesía árabe donde resalta las bondades de Santo Piamontés.
Esas cuatro paredes llenas de grietas, ese campo de fulbito con líneas mal hechos y torcidas, esa única puerta de entrada, esos palacios que dan al patio polvoriento, el Obispo y todos los habitantes del distrito se vieron afectados por una carga de alegría típicamente salesiana, de la que es poco probable que puedan deshacerse tan fácilmente.
En el corazón de los muchachos se ha plantado las semillas de Don Bosco, que estamos seguros, pronto dará sus frutos.
