Susana Soares se graduó en Bioquímica en la Universidad de Oporto, institución donde también obtuvo una maestría (2008) y un doctorado (2012). La científica trabaja desde hace más de una década como investigadora especializada en comprender los sabores de los alimentos y su percepción. Ahora, forma parte del grupo de 397 científicos seleccionados -entre más de cuatro mil solicitudes presentadas- en el primer concurso "ERC Starting Grants "Financiamientos de Inicio” (otorgado por el ERC) patrocinado por el Consejo Europeo de Investigación, para apoyar la investigación en el sexenio 2021-2027, que realizan los científicos más prometedores al comienzo de sus carreras.
“Para mí y mi equipo esta beca representa varias cosas: primero, la culminación de un largo y duro trabajo, mucha dedicación y espíritu de equipo; en segundo lugar es una motivación para hacer cada vez más, siempre mejor, con el deseo de aprender, crecer y compartir conocimientos", escribió la investigadora en el sitio web de la Universidad de Oporto. Sin olvidar que en 2019 la científica ya había obtenido el “Premio Wartburg a la Excelencia en la Investigación de Sabores”.
En 2020, la exalumna salesiana había ilustrado claramente el objetivo de su investigación en el Boletín Salesiano de Portugal: “La mayoría de los alimentos que promueven la salud son de origen vegetal, las verduras, las legumbres, las frutas y verduras. La mayoría de estos alimentos son ricos en compuestos saludables, polifenoles, entretanto suelen ser amargos y astringentes”. “Mi investigación busca encontrar otras alternativas, compuestos saludables que interactúen con compuestos cuyo gusto no es agradable y les impidan tener ese sabor”, resumió.
Los resultados de la investigación liderada por Susana Soares tendrán aplicaciones en diversas áreas, desde el sector primario hasta la industria alimentaria y farmacéutica.
En cuanto a su vida privada, toda la familia de Susana es "salesiana": su marido, Angel Lucas, también es exalumno. "¡Lo conocí en la escuela! Asistió al Instituto Poiares y luego vino a Oporto. Y tenemos dos hijas gemelas, Francisca y María, un verdadero regalo de Dios, que ahora tienen siete años; ellas fueron al instituto salesiano de Oporto y ahora están estudiando con las Monjas Salesianas”.
Finalmente, hablando de sus años en la escuela de la congregación, la ganadora de la beca europea recuerda: “Debido a que estudié en la escuela durante 9 años me han quedado hermosos recuerdos... La forma de ser y hacer de la comunidad salesiana ha influido en mi vida personal y desarrollo profesional, y mirando a mis amigos que fueron a la misma escuela también veo mucho de este espíritu en ellos y en sus vidas. Por eso elegí esta educación también para mis hijas”.