El 14 de septiembre el padre Wong y el señor Mei viajaron a Jakarta en Ruteng, capital del distrito de Manggarai. Allí se reunieron con el obispo ordinario del lugar, recientemente ordenado, Mons. Siprianus Hormat, que por la mañana del día después les recibió en un encuentro oficial.
En aquella ocasión el prelado, además de agradecer a sus huéspedes la disponibilidad, ha les ilustrado la historia y la realidad actual de su diócesis situada en la isla de Flores, en un contexto de mayoría cristiana, en la parte oriental de Indonesia, que cuenta con el 89,7% de católicos en una población total de unos 950 mil habitantes, con 176 sacerdotes diocesanos y 116 sacerdotes religiosos, 184 consagrados y 526 consagradas, y que se articula en 86 parroquias y 4 decanatos.
Por su parte el padre Wong ha agradecido por la hospitalidad y ha recordado que en la Inspectoría INA hay muchos salesianos que vienen de Indonesia orienta, en particular de Flores. Señaló además que tuvo contacto con diversos sacerdotes diocesanos, obispos y también con el nuncio pontificio en Jakarta, y que todos los consultados señalaron la diócesis de Ruteng como un lugar idóneo para la presencia salesiana.
Durante las conversaciones se habló también de algunos ministerios pastorales que podrían ser adaptados al carisma salesiano en la diócesis de Ruteng: parroquias, centros juveniles, centros de formación profesional, centros de devoción mariana (muy fuertes en Flores), y atención a los jóvenes que han abandonado la escuela...
El 16 de septiembre, junto al obispo, los dos visitadores fueron a Kisol y visitaron el Seminario menor “Pio XII”, que hospeda a 400 estudiantes de la escuela secundaria. La visita dejó dos impresiones muy fuertes: la buena preparación espiritual, intelectual y humana de los seminaristas, y la alta preparación de los formadores. Al día siguiente la visita se completó en otro seminario, el dedicado a “San Juan Pablo II” en Labuan Bajo.
“Pedimos que recen por nosotros en esta delicada misión de discernimiento, para que podamos entender cuándo, dónde y cómo iniciar nuestra primera presencia salesiana en la isla de Flores” concluyó el señor Mei.