Hijo de inmigrantes italianos (Antonio Ronchino y Rosa Scapini), Ingresó por primera vez a la Obra Salesiana en el Colegio San José de Rosario, el 1 de abril de 1937.
El 31 de enero de 1945, el joven Pedro Ronchino realizó su Primera Profesión en la Congregación Salesiana. Entre 1944 y 1948 vivió la etapa del posnoviciado en Fortín Mercedes primero y luego en Colonia Vignaud. En esta misma casa permaneció durante su Tirocinio, hasta 1951.
La Profesión Perpetua tuvo lugar en la Casa Salesiana de La Trinidad, en Ferré (Buenos Aires) el 30 de enero de 1951.
Entre 1951 y 1954 residió en el Estudiantado Teológico Clemente Villada de Córdoba. Fue ordenado sacerdote el 1° de agosto de 1954, en Córdoba, por manos de Monseñor Castellano. Ese mismo año comenzó su especialización en Filosofía, en el Pontificio Ateneo Salesiano “Rebaudengo” de Turín, hasta diciembre de 1957. Allí recibió el título de doctor en Filosofía.
Regresó a Argentina el año 1958 y en febrero de 1966 asumió como director del Estudiantado Teológico Villada y dos años después, en el Posnoviciado Miguel Rúa. En agosto de 1968 fue llamado al servicio de director en el Pontificio Ateneo Salesiano de Roma, 1975 regresa a Argentina.
Del 5 de julio de 1975 hasta el 12 de septiembre de 1992 su nuevo campo de misión fue Comodoro Rivadavia, como Vicario General de la Diócesis, acompañando a Monseñor Argimiro Daniel Moure, también salesiano y tercer obispo de esa ciudad. Fallecido Monseñor Moure, el P. Pedro Ronchino fue nombrado Administrador diocesano (1992-1993), hasta su elección como obispo de Comodoro Rivadavia el 30 de enero de 1993 por Juan Pablo II.
Monseñor Ronchino tomó posesión de la sede el 19 de marzo de 1993; y renunció por edad el 19 de febrero de 2005. Su lema episcopal, «Oh María, madre mía», fue un fiel reflejo de su vida, totalmente entregada a la Virgen.
Desde mayo del 2005 vivió en su querido San José de Rosario, sirviendo fiel y denodadamente a todo aquel que se acercaba a la parroquia María Auxiliadora. Su corazón de pastor no fue solo hacia afuera.
Con los años, monseñor Pedro fue teniendo un desgaste en su salud, con un significativo deterioro neurológico. Esto llevó a la decisión de trasladarlo a la Enfermería Inspectorial de Casa Zatti en Córdoba. Llegó a este destino en el año 2016.