RMG – El recuerdo del Venerable Andrés Beltrami, SDB, en el Sesquicentenario de su nacimiento

22 Junio 2020

(ANS – Roma) – El próximo 24 de junio se celebra el 150° Aniversario del nacimiento del Venerable Andrés Beltrami, SDB, nacido en Omegna el 24 de junio de 1870. Después de recibir una educación profundamente cristiana en su familia, desarrollada posteriormente en el colegio salesiano de Lanzo donde ingresó en octubre de 1883, en 1886 recibió el hábito religioso del mismo Don Bosco. Durante los dos años que pasó en Turín-Vasálice entabló una amistad espiritual con el príncipe polaco Augusto Czartoryski, ahora beato. El joven Beltrami fue llamado para ayudar a P. Augusto, que estaba enfermo de tuberculosis. El P. Beltrami también se enfermó de la misma enfermedad. El 20 de febrero de 1891 aparecieron los primeros síntomas de una enfermedad que minaría su salud y lo llevaría a la tumba.

La enfermedad llevó al joven Beltrami a consumirlo progresivo y a un aislamiento forzado. Solo la gracia de la fe le permitió aceptar la condición de que día a día lo hacía más parecido a Cristo crucificado y que una estatua del Ecce homo, que quería que estuviese en su habitación, le recordaba constantemente. “Saber sufrir”: para la propia santificación, expiación y apostolado. Celebró el aniversario de su enfermedad como un tiempo de gracia. “El 20 de febrero es el aniversario de mi enfermedad y lo celebro como un día bendecido por Dios; un día lleno de alegría, uno de los más bellos de mi vida”.

Ordenado Sacerdote en privado en las habitaciones de Don Bosco por Mons. Cagliero, con un apasionado deseo de santidad, consumió su joven vida en el dolor y el trabajo incesante: “La misión que Dios me confía es rezar y sufrir”, decía frecuentemente. “Ni curar ni morir, sino vivir para sufrir”, era su lema.

A su compañero que se compadeció de él le respondió: “Déjalo – dijo - Dios sabe lo que hace; que cada uno acepte su lugar y en ese lugar que Dios te da ser verdaderamente Salesiano. Ustedes que están sanos, trabajen, yo sufro y rezo”. Era un convencido de ser un verdadero imitador de Don Bosco.

Exactamente en observancia de las Constituciones, tenía una apertura filial con sus superiores y un amor muy ardiente por Don Bosco y la Congregación. En los cuatro años de su vida sacerdotal escribió notas con tonos ascéticos y se dedicó a la hagiografía. Escribió biografía de santos y volúmenes de lecturas agradables y educativas. Murió el 30 de diciembre de 1897, tres meses después de Santa Teresa del Niño Jesús, de la misma enfermedad y con el mismo espíritu de ofrecimiento. Tenía 27 años. Su cuerpo descansa en la iglesia de Omegna.

El testimonio de Andrés Beltrami confirma la afirmación de Don Bosco: “Hay uno solo Beltrami”, casi como para indicar la originalidad de la santidad de su hijo al encarnar el núcleo secreto de la santidad apostólica salesiana: la fecundidad del dolor vivido y ofrecido por amor.

InfoANS

ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

Este sitio utiliza cookies, para mejorar la experiencia del usuario y por motivos estadísticos. Al entrar en esta página declaro que estoy de acuerdo con el uso de cookies. para saber más o negarse a usar este servicio has clic en el botón "Más informaciones"