Aidan conoció la robótica como estudiante de octavo grado en la "Escuela San José" de Oradell y durante un campamento de verano de la escuela secundaria organizado por el Instituto “Don Bosco Prep”, dirigido por el Salesiano P. Lou Konopelski. Posteriormente, asistió al curso de Ingeniería/Robótica y, mientras trabajaba en clase con la impresora 3D, desarrolló su interés en el modelado y la prótesis.
Al completar su proyecto como “Eagle Scout”, Aidan coordinó y supervisó a los voluntarios que trabajaban con la compañía, y también buscó los componentes necesarios a través de donaciones de empresas locales.
Además, compró una impresora 3D y el filamento, el material termoplástico para las impresoras 3D, necesario. Posteriormente obtuvo los archivos STL para el modelado de las partes sólidas e imprimió los modelos para cada mano, cada uno de los cuales tomó alrededor de 10 horas para imprimir. Bajo la dirección de Aidan, dos equipos de ocho voluntarios cada uno, incluyendo algunos estudiantes de “Don Bosco Prep”, armaron 15 manos, pieza por pieza, tornillo por tornillo, dedo por dedo, aplicando tanto la Física como la Ingeniería, en sesiones de montaje que duraron unas cuatro horas cada una.
El resultado consistió en unas manos que responden a la tensión, que pueden moverse, abrirse y cerrarse. Unas 14 manos biónicas fueron enviadas a la Universidad Politécnica “SUNY” de Utica, en el estado de Nueva York, para ser distribuidas según sea necesario; mientras que la última será entregada, al final de la pandemia, a su compañero Scout que inspiró su proyecto.
“Hemos hecho una cosa muy bonita, es algo que te da la oportunidad de estar allí junto a la gente, incluso sin estar físicamente allí”, manifestó el estudiante salesiano.
Aidan, sin embargo, no se limitó a esto. Durante el confinamiento siguió haciendo un gran uso de su impresora 3D y fabricó más de 600 dispositivos de plástico que se adhieren a la parte posterior elástica de las máscaras, reduciendo la presión y la incomodidad detrás de las orejas - muy útil especialmente para los trabajadores de la salud y los que tienen que mantener las máscaras durante turnos muy largos.
“Los socorristas se encuentran trabajando duro para ayudar a los enfermos. Esta es mi manera de ayudarlos”, explicó Aidan.
