Mi nombre es Antonia, soy madre y ama de casa, que vive en Turín, en el barrio de San Salvario, cerca de la comunidad de San Luis. Los martes voy a la comunidad para ayudar y para preparar el almuerzo con los chicos de la comunidad UAMS. Durante unos meses, junto con mi familia hemos acompañado a un muchacho: Ahmed. Lo hemos invitado a este muchacho los sábados y los domingos para pasar tiempo con nosotros en familia. Con él, gradualmente se estableció una relación de confianza mutua. Hemos comenzado a conocerlo y él se ha dado a conocer. Durante el mes de diciembre, durante la navidad ha pasado estas fiestas en nuestra familia.
Nuestro cuidado hacia Ahmed, no es una “custodia temporal”, sino que es sobre todo un acompañamiento. Somos un punto de referencia para este chico, con el que esperamos construir un puente hasta que llegue a los 18 años, para que a continuación camine solo. Estamos en este lugar para ofrecerle consejo, para pasar el tiempo juntos, para que nunca se sienta solo. Sostenerlo con la esperanza de transmitirles los valores más importantes, ayudándolo a integrarse en nuestra comunidad.
Con el P. Mauro, que es el tutor de los muchachos extranjeros, deseamos construir un grupo de familias para elaborar un proyecto de acompañamiento para estos muchachos hasta que logren la edad conveniente. Vivirán en el “Housing Sociale”, con la idea de evitar involucrarlos directamente en la vida de adultos.
Porque en realidad no se crece durante la noche, ni en un abrir y cerrar de ojos. La mayoría de edad que comienza a los 18 años, es una edad frágil, y sujeta a muchos riesgos y peligros si se carece de una guía. Para esto, se necesitan otras familias que acepten esta propuesta: porque si uno es padre, también es padre de otros. En el corazón de una madre, hay espacio para todos.
http://www.salesianipiemonte.info/la-testimonianza-antonia-e-laffido-leggero-di-ahmed-minore-straniero-della-comunita-al-san-luigi-2/