Por lo general, tendemos a dejar fuera, de la Pastoral Juvenil ordinaria, a las familias y a los niños. Decimos que no estamos preparados y que no sabemos cómo involucrarlos, salvo en alguna fiesta parroquial o popular. A los niños los dejamos en las primeras clases del catecismo o a cargo de las maestras en los diversos niveles escolares. Las familias, por su parte, como padres, suelen estar demasiado ocupadas en casa o en el trabajo. Además, como sucede en todas las familias, los adolescentes y jóvenes comienzan a distanciarse de sus padres mientras exploran su libertad y responsabilidad.
Este “tiempo difícil” nos ha hecho redescubrir a la familia (y a los niños con ella) como un sujeto fundamental de nuestra Pastoral Juvenil. Esto se debe a que hemos redescubierto la presencia del adulto, la ausencia del adulto (ya sea refugiado o en guerra), los vínculos y las relaciones afectivas, el intercambio de roles (adolescentes y jóvenes que asumieron el papel de adultos para apoyar a los miembros de la familia, como la madre, los abuelos ancianos o los niños), la comprensión de lo realmente valioso que hay que proteger, la ayuda mutua para quienes están en necesidad y la oración en común, no solo por los seres queridos, sino también por otros menos afortunados.
La familia como ámbito de vida, de supervivencia, de significado y de responsabilidad. La familia se ha convertido (o vuelto a convertirse) en el núcleo de la preservación de los valores, la garante de la educación, del cuidado y de las pequeñas alegrías cotidianas, especialmente para los niños (propios y ajenos). Para los ancianos y los niños, poder sostener la mano de un hijo adolescente o joven representaba una garantía de seguridad.
En resumen, el redescubrimiento de la familia como un lugar esencial para escapar del aislamiento, mantener los vínculos y disfrutar del calor del afecto.
¿No es esta, acaso, la identidad de la familia a los ojos de Dios? ¿Y no debería ser esto lo que toda Pastoral Juvenil redescubra y viva? ¿Podríamos entonces ofrecer este pequeño gran descubrimiento como un regalo?