Una ciudad en ebullición, activa y laboriosa, que crece a la vista: Turín, que se asoma al 1800, es un conglomerado en constante expansión: en solo tres décadas, desde principios de siglo hasta 1830, pasa de 80,000 a 127,000 habitantes.
El crecimiento continúa a lo largo de todo el siglo XIX, pero lamentablemente también tiene un lado negativo: muchos, de hecho, vienen en busca de trabajo y una mejor calidad de vida, pero no todos logran realizar sus sueños.
Las filas de los pobres se engrosan día tras día: amontonados en viviendas miserables, muchos sobreviven con dificultad y solo gracias a la asistencia pública, que a menudo, sin embargo, no es suficiente.
Es en este contexto que los "santos sociales" de Turín desempeñan un papel fundamental: religiosos y laicos que, con sus obras, aseguran una ayuda indispensable a los necesitados o, como en el caso de San José Allamano, contribuyen al nacimiento y difusión de misiones en el mundo.
El Venerable Tancredi Falletti di Barolo establece escuelas gratuitas
Único hijo del marqués Ottavio Alessandro Falletti di Barolo y de Paolina Teresa d'Oncieux, Tancredi nace en Turín el 26 de octubre de 1782. El padre lo lleva consigo en sus numerosos viajes. Es durante uno de estos viajes, en Francia, que conoce a Juliette (Giulia) Colbert, a quien se casa en París en 1806 para mudarse con ella a Turín en 1814. La imposibilidad de tener hijos es interpretada por la pareja como una señal divina: deciden poner su disponibilidad económica al servicio de los necesitados.
En los cargos que ocupa en la administración municipal (fue alcalde durante dos años), Tancredi inicia iniciativas benéficas como la creación de escuelas gratuitas para los hijos de los pobres, un jardín de infancia y una escuela de arte para los necesitados. Durante la epidemia de cólera de 1835, organiza hospitales temporales para recibir a los enfermos. En 2018, fue declarado Venerable por el Papa Francisco.
La Venerable Giulia Falletti di Barolo funda un instituto para madres solteras
Esposa de Tancredi Falletti di Barolo, Juliette (Giulia) nace el 27 de junio de 1785 en el castillo de Maulévrier, en Vandea (Francia), hija del conde Éduard Colbert y la condesa Anne-Marie-Louise Quengo de Crénolle.
Dama de honor de Josefina de Beauharnais, primera esposa de Napoleón Bonaparte, después del matrimonio y el traslado a Turín se dedica con su esposo a la caridad.
Realiza proyectos para la rehabilitación y reinserción de las reclusas en la sociedad, un instituto para madres solteras, una escuela profesional para las hijas de las familias pobres y una casa para chicas en riesgo, además de la construcción de la iglesia de Santa Giulia en Turín.
Falleció el 19 de enero de 1864, dejando indicaciones para fundar la "Opera Pia Barolo", una entidad benéfica a la cual dona el patrimonio familiar.
En 2015, se le reconoció la venerabilidad.
Don Bosco funda la Congregación de los Salesianos
El futuro fundador de los Salesianos nace en una pequeña granja en la aldea de Becchi, en el municipio de Castelnuovo d'Asti (hoy Castelnuovo don Bosco) el 16 de agosto de 1815, hijo de Francesco Bosco y Margarita Occhiena, ambos campesinos.
Huérfano de padre a los dos años, comienza a trabajar a los once años mientras su vocación se hace cada vez más fuerte. Desempeña varios oficios para poder pagar sus estudios y, en 1835, ingresa al seminario.
Seis años después, es ordenado sacerdote y se traslada al Convitto Ecclesiastico de Turín. Aquí comienza su obra de acercamiento a los jóvenes más pobres que encuentra en la calle y en las obras de construcción de la ciudad.
Es precisamente para ellos que funda el primer oratorio en Valdocco (Turín) en 1846, un lugar dedicado a los jóvenes marginados donde se les garantiza ayuda concreta, educación y formación laboral.
Pronto, los oratorios se multiplican, ayudando a un número cada vez mayor de chicos necesitados. En 1859, funda la congregación de los Salesianos (en honor a san Francisco de Sales) con la cual lleva a cabo su misión a favor de los jóvenes.
Falleció el 31 de enero de 1888 y fue canonizado el 1° de abril de 1934 por el Papa Pío XI.
San Giuseppe Benedetto Cottolengo abre una enfermería para enfermos abandonados
Nacido en Bra (Cuneo) el 3 de mayo de 1786, es el primero de doce hijos (seis de los cuales mueren en la infancia) de Giuseppe Antonio Cottolengo y Benedetta Chiarotti.
Ordenado sacerdote en 1811, se gradúa en Teología en Turín con elogios y honores el 14 de mayo de 1816.
Cada vez más interesado en la búsqueda espiritual, el 2 de septiembre de 1827, don Giuseppe Cottolengo es llamado al lecho de muerte de una madre de tres hijos, y el cuarto en camino, rechazada por varios hospitales de Turín.
La muerte de la mujer lo conmociona y decide crear una pequeña enfermería para evitar la repetición de casos similares. Así nace, en 1828, el "Depósito de los pobres enfermos del Corpus Domini" dedicado a los enfermos que no son aceptados en los hospitales.
Cuatro años después, funda, también en Turín, la "Piccola Casa della Divina Provvidenza" (conocida como "Cottolengo"): en su interior, personas pobres y discapacitadas, epilépticos, sordos, inválidos y huérfanos pueden encontrar atención médica, asistencia y educación.
Falleció el 30 de abril de 1842. En 1934, el Papa Pío XI lo declaró santo.
San Leonardo Murialdo ayuda a los niños de la calle
Leonardo Murialdo nació en Turín el 26 de octubre de 1828 en una familia acomodada. Quedando huérfano de padre a los cinco años, ingresa al colegio de los Padres Escolapios de Savona, pero durante la adolescencia atraviesa una crisis existencial y espiritual que lo devuelve a su familia, en Turín.
Aquí madura la decisión de convertirse en sacerdote y es ordenado en 1851, siendo apreciado por San Juan Bosco, quien le confía el oratorio "San Luis". Dedica todo de sí mismo a los jóvenes necesitados: a través del oratorio, la catequesis, la escuela, la formación profesional y las actividades recreativas, se acerca y ayuda a los niños de la calle, los más pobres.
Gracias a él, se crean una casa-familia y una colonia agrícola en Rivoli (Turín). En 1873, funda la Congregación de San José, que continúa su obra de asistencia a los jóvenes incluso después de su muerte, ocurrida el 30 de marzo de 1900.
Será el Papa Pablo VI quien lo canonice el 3 de mayo de 1970.
Fuente: revista Airone
