En el mundo actual, la distinción entre "necesidades" y "deseos" se ha confundido y ha dado lugar a una destrucción sin sentido del medio ambiente, con gigantescas montañas de desechos, océanos con islas flotantes de plástico, forestas devastadas de manera insensata...
¡Frente a todo esto, tenemos que tomar decisiones y cambiar el estilo de vida! Uno de los grandes desafíos de los movimientos ecologistas es pensar que los otros son los responsables de la destrucción que el mundo está presenciando en el frente ambiental. En cambio, tenemos las llaves del futuro en nuestras manos, a saber: REDUCIR, REUTILIZAR y RECICLAR.
¿Estamos dispuestos a pagar el precio que exige un mundo más sostenible? El siguiente es un examen de conciencia ecológico directo y concreto, que se centra en las pequeñas cosas que nos pueden permitir -de primera mano- ser verdaderos "guerreros ecológicos":
- ¿Reutilizo las bolsas de plástico y papel y las cajas de cartón en las que se envasan alimentos, ropa y otras cosas?
- ¿Sigo usando platos, vasos y cubiertos de plástico desechables?
- ¿Reciclo el papel de regalo, periódicos, revistas, cintas viejas y otros materiales similares cuando hago decoraciones u obras de arte?
- ¿Necesito comprar constantemente agua embotellada?
- ¿Intento que no se tire nada que aún sea útil y hago la recolección diferenciada de residuos?
- ¿Uso de manera responsable el agua y la electricidad? ¿Dejo correr el agua innecesariamente mientras me lavo los dientes o me ducho? ¿Apago las luces, los ventiladores y los acondicionadores de aire cuando salgo de una habitación?
- ¿He hecho reflexionado alguna vez sobre el hecho de que las "aguas grises" de mi casa, de mi condominio o mi escuela se pueden reciclar y purificar y usar para regar un jardín o lavar vehículos?
- ¿Puedo aceptar tener ropa de segunda mano, quizás de un hermano o hermana mayor, o siempre tengo que tener todo nuevo?
- Si voy al parque o a la playa, ¿me aseguro de dejar el lugar mejor que lo que estaba?
- ¿Cuido y limpio regularmente sábanas, toallas, mantas y muebles, sin volverme paranoico, pero sin siquiera estropearlos por simple negligencia?
- ¿Hago reparar mi ropa, zapatos, mochilas u otros artículos cuando tienen un problema, o los tiro a la basura por el más mínimo desgarro o daño?
- Esto también vale para los teléfonos, televisores, electrodomésticos, etc... Cuando tienen problemas, ¿los llevo al centro de asistencia o no veo la hora de reemplazarlos por el último modelo?
- ¿Estoy informado si mi escuela o vecindario tiene una política de reciclaje de desechos electrónicos? ¿Podría ser yo quien cree conciencia al respecto?
- Y de la misma manera: ¿mi condominio, mi escuela o mi barrio cuenta con una planta de compostaje para la recuperación de la fracción orgánica de los residuos? Si no, ¿podría ser yo quien promocione esto?
Todas estas preguntas pueden responderse simplemente con un Sí o un No... Lo mejor que podemos hacer después de este examen de conciencia es preguntarnos: "¿qué puedo hacer de manera diferente?" Y después de identificar lo que podemos hacer, decidir “esto es lo que voy a hacer” y luego, ¡realmente hacerlo!