Mozambique, 1992: el 4 de octubre , festividad de san Francisco, en Roma, el presidente mozambiqueño y secretario del FRELIMO, Joaquim Chissano, y Afonso Dhlakama, líder de la RENAMO, la guerrilla opuesta el Gobierno, firmaban un Acuerdo General de Paz tras 17 años de guerra civil con cientos de miles de muertos, 3-4 millones de desplazados internos y refugiados en los países limítrofes y, más de 60.000 jóvenes desmovilizados sin más formación que la necesaria para destruir o matar a los hermanos del grupo adversario
En Mozambique, tras su regreso 1950, los salesianos, portugueses y españoles, permanecieron los 25 años de guerra de independencia y civil, acompañando a distintas Comunidades cristianas. Fueron ellos quienes, en un bello país ahora social, económica y estructuralmente destruido, último de las escalas sociales del PNUD, leyeron aquella situación como una llamada providencial a responder con generosidad a la nueva situación juvenil. Y surgió la pregunta: “¿qué podemos hacer por estos jóvenes?”
Los misioneros salesianos portugueses y la presencia allí de Valentín de Pablo y otros salesianos procedentes de la Inspectoria de Bilbao, en la época del fax milagroso, fueron el detonante de una acción de voluntariado técnico que sigue adelante después de 26 años.
Una primera presencia de dos miembros de la Comunidad en Pamplona en el verano de 1994, dedicada al análisis de la situación en encuentros con distintos organismos gubernamentales e internacionales – Ministerios, UNICEF, OIT, Embajadas de España e Italia, Cruz Roja, Iglesia local, etc. – abría una dinámica de respuesta operativa a aquella pregunta inicial: además de lo que ya hacemos ¿qué otras cosas podemos hacer?
Se trataba de abordar la urgencia de una primera profesionalización de jóvenes habituados a la destrucción, si no a la muerte, del hermano del otro bando con un elemento identitario salesiano: la Formación Profesional
Al compartir esos retos con la Comunidad Educativa de Pamplona durante el curso, en las vacaciones de 1995, 12 de sus miembros, salesianos y laicos, profesores, monitores, técnicos en diferentes familias profesionales… dábamos un gran salto de 12.000 km y comenzaba una tarea apasionante: montar la FP en un país que partía de “menos” de cero en sus posibilidades y estructuras – agua, electricidad, comunicaciones, sistemas sanitarios, recursos materiales, tecnología elemental, escuelas, etc – pero lleno de niños y jóvenes, muchos huérfanos de guerra, que eran semilla de un sueño de futuro salesiano, en un país que, en medio de la destrucción, y la pobreza, a propuesta las distintas confesiones religiosas, - un 17% son católicos – había interiorizado la clave de su paz en su: “Eu jà perdoei” – “Yo ya perdoné” ¡Y se lo había tomado en serio!
Era en nacimiento en el ambiente salesiano, lo que se denominó VOLUNTARIADO TÉCNICO, desarrollado durante las vacaciones de verano y centrado en la implantación y desarrollo de una FP para los jóvenes del país.
Mozambique, como otros países coloniales de Portugal, a raíz de la “revolución de los claveles”, y en el afán de eliminar cualquier reminiscencia de “colonialismo” había desmontado y eliminado la FP. Eso suponía que 25 años más tarde la propuesta salesiana resultase totalmente novedosa y más aun la puesta en marcha de cinco centros salesianos de FP de diferentes niveles, aprovechando la labor de voluntariado centrada en la elaboración de planes, programas y currículos experimentales de distintas familias profesionales, cursos de formación de profesorado, organización del Primer y único Congreso de F.P. del país con presencia de distintos ministerios y embajadas, asociaciones de empresas, entidades eclesiales de educación, salesianos del Consejo General y de países cercanos, etc.
Ese largo proceso de colaboración, respetando siempre el protagonismo de los responsables locales de la Red Salesiana de FP, ha tenido un eco la presencia activa de la FP salesiana en los estamentos oficiales, el reconocimiento explícito de los “salesianos” como socios educacionales del Gobierno, y la colaboración en el diseño de distintos programas y proyectos de Educación Profesional.
En ese caldo de cultivo, lleno de confianza y de valoración de la presencia salesiana y, de manera especial, de la Formación profesional, es donde surge una reflexión operativa del Gobierno, formulada, más o menos en estos términos:
“Si queremos llegar a tener una FP de cierta calidad, necesitamos un profesorado específico bien formado pedagógica y técnicamente. ¡Salesianos, asuman y den respuesta a este gran reto!”
Y la respuesta no se hizo esperar. Los salesianos de la Visitaduría de Mozambique con el apoyo de Cooperación española en la construcción y bajo la responsabilidad técnica de la ONG española “Jóvenes y Desarrollo” – hoy “Misiones salesianas” – comenzaban la tarea con actividades de formación “a distancia”.
Ya, en 2008, comenzaba la formación presencial en el “Instituto Superior Don Bosco” como centro universitario, dedicado a la preparación de profesorado de FP en cuatro áreas específicas determinadas por el Gobierno de acuerdo con las necesidades del país: Electromecánica, comercio, turismo y redes informáticas, que hoy, con reconocimiento de Grado, agrupa cada año agrupa a más de 600 alumnos y alumnas.
Y mientras tanto, el voluntariado técnico sigue adelante año, tras año.
https://www.infoans.org/es/secciones/especiales/item/13440-mozambique-una-historia-de-voluntariado-tecnico-internacional#sigProIdce7b8bc46d