Señala el dossier: “Analizando el período mayo-septiembre de 2019 y comparándolo con el mismo período del 2020 emerge que de una año al otro la cantidad de ‘nuoevos pobres’ pasa del 31% al 45%: casi una persona de cada dos que se acerca a la Cáritas lo hace por la primera vez. Aumenta en particular el peso de las familias con menores, de las mujeres, de los jóvenes, de los núcleos de italianos que resultan ser la mayoría (52% respecto al 47,9% del año pasado) y de las personas en edad laboral; baja en cambio la marginalidad grave. La diferencia entretanto, respecto al shock económico del 2008 es el punto del cual se parte: en la Italia de la pre-pandemia (2019) el número de pobres absolutos es más del doble respecto al 2007, en la vigilia del quiebre de la Lehman Brothers”.
Como todos los eventos traumáticos, la pandemia ha presentado una cuenta más alta a los particularmente vulnerables. Mirando a la ocupación, el impacto de la pandemia y de los consecuentes contragolpes económicos ha producido efectos mayores en los trabajadores precarios, intermitentes o a llamada. El el sector de la educación, durante el confinamiento muchas fueron las familias privadas de instrumentos útiles para la didáctica a distancia, aumentando así la diferencia entre quienes podían disponer de los dispositivos necesarios y quienes no; para no hablar del leitmotiv “quédense en casa”, vivido diversamente por quien posee una habitación y quien está obligado a vivir por la calle, encontrando también mayor riesgo de contagio.
Al mismo tiempo que las dificultades crecían en Italia, también aumentaba la solidaridad, gracias también a la acción de unos 62 mil voluntarios, a partir de los jóvenes del Servicio Civil Universal, que del norte al sur se emplearon en favor de los más vulnerables con modalidad de ayuda, muchas veces inéditas.
Una atención especial fue dada al tema del trabajo, en particular al sufrimiento sentido por tantos pequeños comerciantes y trabajadores autónomos. Respecto a esto las Cáritas diocesanas en 136 diócesis han activado fondos dedicados, útiles a apoyar los gastos más urgentes (alquiler, hipotecas, servicios, compras para recomenzar).
Con las palabras del Papa Francisco, el Informe Cáritas señala: “Salir de la crisis no significa dar una pincelada de pintura a la situación actual... Significa cambiar y el verdadero cambio lo deben hacer todos, todas las personas que forman el pueblo. Todas las profesiones. Y todos juntos, en comunidad”.
