¿Qué cambia en el corazón de los Salesianos después de la visita del Papa?
Creo que la atención de la Iglesia a los jóvenes debe ser cada vez más responsable. Incluso para los jóvenes más pobres y más necesitados. El Rector Mayor quiere que la Basílica de Don Bosco se convierta en el “Valdocco de América”, es decir, en un lugar donde todos los jóvenes de América puedan ser recibidos, precisamente porque Panamá es el país que representa su unión, el corazón de las Américas.
¿Cuáles son las actividades de los Salesianos en Panamá?
Tenemos la Basílica Menor de San Juan Bosco, que se encuentra en uno de los barrios más pobres y populares de la ciudad de Panamá, donde cada día nos encontramos con miles de personas necesitadas. Aquí todos los domingos celebramos seis misas. Trabajamos especialmente con los muchachos de la calle, para que no caigan en manos de las pandillas locales. También tenemos un instituto técnico, y a partir del año 2020 asumiremos otra estructura, que utilizaremos como escuela, y que es el resultado de la JMJ en Panamá… La Basílica de Don Bosco se ha convertido también en un punto de referencia para toda la ciudad. Cada día cientos de personas de toda la ciudad vienen a confesarse, porque nuestros confesonarios están siempre abiertos.
¿Cómo es que Don Bosco es tan querido por los panameños?
Había un muy buen sacerdote que comenzó a promover su devoción. Se llamaba el Padre Domenico Soldati y prometía milagros gracias a la intercesión de Don Bosco. Y efecto, ocurrieron milagros increíbles. En realidad la patrona de Panamá es Nuestra Señora de Santa María la Antigua, pero Don Bosco es tan amado aquí que cada año, el día 31 de enero se reúnen 400.000 personas. Una especie de JMJ, y la gente se viste de Don Bosco.
La gente espera la fiesta de Don Bosco con gran entusiasmo.