¿Cuál es la historia de su vocación como Salesiano Cooperador?
Desde 2002 trabajo en el Boletín Salesiano y en las publicaciones relacionadas con Don Bosco. ¡Me sentí atraído por este santo! En la primavera de 2008, entrevistando a dos jóvenes Salesianos Cooperadores, quedé tan impresionado por su historia vocacional que decidí convertirme yo mismo en Salesiano Cooperador. Seis meses después comencé como aspirante y realizando mi formación en el Centro de Seúl - Daerimdong.
¿Cómo fue su trabajo con respecto a la realización del manual de formación de la ASC?
Desde los primeros días de mi formación en el Centro Daerimdong, cuando leíamos la versión antigua del manual de formación de 1998, empecé a pensar en una nueva versión. La razón de esta hazaña era simple: el texto no era fácil de leer. Incluso antes de hacer mi promesa, empecé a recopilar algunas historias que serían adecuadas para una actualización del manual de formación Entre junio de 2016 y marzo de 2017 todo el proyecto fue completado y aprobado por el P. Stefano Yang, SDB, Superior de la Inspectoría de Corea.
¿Qué es lo que te mantiene en tu camino vocacional como Salesiano Cooperador?
Tratad siempre de seguir el ejemplo de Don Bosco. Los Cooperadores intentamos seguir a Don Bosco, poniéndonos en comunión con otros grupos de la Familia Salesiana.
¿Cuáles son los principales desafíos de las reuniones mensuales de los centros ASC locales?
Creo que nuestra identidad como Salesianos Cooperadores debe ser fortalecida y, para mí, necesitamos un mejor equilibrio entre apostolado y formación. Otro desafío de reflexión es el de pensar en los Cooperadores inactivos. Oramos por ellos, pero también necesitamos acciones más concretas para que se involucren más y puedan participar.
¿Cuál es su sueño en lo que respecta a la formación de calidad para los Salesianos Cooperadores en Corea?
Pienso que en este momento debemos comprometernos en la formación permanente de los Cooperadores y esta debe convertirse en una prioridad. Me gustaría ver más y mayor colaboración de los Salesianos y de la Hijas de María Auxiliadora. Hay que decir que nuestra situación en Corea del Sur es muy particular. Tenemos que preocuparnos más por el apostolado, por los refugiados norcoreanos que están presentes en el sur del país.
