¿Por qué estudiaste medicina en Corea?
Tuve suerte de conocer al P. Lee y fue él quien me aconsejó. En la Navidad del año 2009, recibí una llamada de un médico que me preguntó si me gustaría estudiar medicina en Corea. Inicialmente pensé que debería estudiar medicina en inglés, pero me puse a pensar que he pasado mucho tiempo aprendiendo y tratando de dominar el coreano.
¿Recuerdas tu primer encuentro con el fallecido Padre Lee?
Sí, sucedió cuando estaba en la escuela secundaria. Yo era un monaguillo en Tonj y el P. Lee me invitó a unirme al grupo musical juvenil. Ahí aprendí a tocar flauta y guitarra. Nuestro grupo musical creció y llegamos unos 30 miembros. Me encomendaron tocar el saxofón. Todos los días veía al P. Lee, que acudía al dispensario médico después de la misa y ayudaba a muchos pacientes, y todos estaban muy felices. Entonces me dije: “¡Yo también debería ser como él!”.
¿Quién era el P. Lee para ti?
Pasé unos 8 años con él. Es difícil describirlo en una palabra. Lo cierto es que trajo alegría a todas las personas de Tonj. Hablaba con todos, ya sean jóvenes o mayores, sin ninguna excepción. Al principio fue difícil acercarme a él, ya que le tenía cierta distancia porque era un sacerdote, pero luego superé las distancias. Cuando pienso en él como doctor, pienso que es increíble: especialmente en Corea, convertirse en doctor significaba obtener prestigio y riqueza. Pero el P. Lee renunció a todo esto para venir y servirnos en nuestro pobre país. Fue su elección de vida.
¿Qué sueños tienes para el futuro en Sudán del Sur?
Mi primer objetivo es terminar la pasantía y el período de residencia y convertirme en cirujano. Me gustaría ser como el P. Lee para servir a otras personas en Tonj. De hecho, quería regresar inmediatamente después de mi graduación, pero las autoridades académicas de la Universidad de Inje me convencieron de completar toda la preparación médica en Corea, ya que en Sudán del Sur todavía no existen las mejores condiciones para hacerlo.