Nunca se había creado cardenal a un superior de una congregación de la Iglesia Católica. Y además, sin ser obispo previamente. Francisco ha designado al Rector Mayor de los Salesianos, como uno de los dieciocho nuevos cardenales que creará en el próximo consistorio del 30 de septiembre. “Yo voy a seguir siendo el mismo, la misma persona, con otras responsabilidades pero profundamente humano y profundamente sólido”, le ha dicho a Expósito.
El “sucesor de Don Bosco” ha confesado en La Linterna de COPE que se enteró de su nombramiento en el momento que el Santo Padre lo anunciaba en el Ángelus, y que este nombramiento lo ha tomado también a él por sorpresa. “No sabíamos nada, yo estaba hablando con un provincial y cuando me avisaron pensé que era hasta una equivocación”.
Cuando el Rector Mayor fue recibido en audiencia por el Papa el 11 de julio para recibir las disposiciones relativas a los pasos siguientes a este nombramiento, el Padre Artime -que conoce al Papa desde los tiempos en que ambos estaban en Buenos Aires, uno como inspector y el otro como arzobispo- le dijo confidencialmente: "Santo Padre, permítame que le recuerde algo. "Santo Padre, permítame que le recuerde algo: hace diez años, cuando en la Sala Clementina recibió a los 267 salesianos del 27º Capítulo General (que le había elegido Rector Mayor para el primer mandato, Nota del Editor), me dijo: '¡Che, gallego, qué te han hecho! Y ahora soy yo quien le digo: 'Santo Padre, ¡qué acaba de hacerme! Y debo decir que el Papa reaccionó con una carcajada de las más verdaderas y profundas".
“Un salesiano no deja de serlo nunca”, le ha preguntado Expósito al religioso que ha respondido que “se siente muy feliz en el acompañar a los jóvenes en la vida, lo llevo en mi ADN, y donde sea y con lo que me pidan, siempre va a haber una mirada para los jóvenes, la educación, los más vulnerables y es lo que voy a poder ofrecer, junto con mi estilo personal, en mi nuevo servicio, donde intentaré dar lo mejor de mi con diálogo y respeto a la diversidad”.
“Don Bosco empezó con los primeros muchachos en Turín lo más parecido a la Formación Profesional que ya había tenido otros precedentes como san Felipe Neri. Pero aquí comenzó esa misión salesiana donde don Bosco empezó a enseñar oficios a los más jóvenes. Donde muchachos de todas las religiones y nacionalidades acaban encontrando un lugar en la vida donde se valora su dignidad”.
“En un día como hoy 68 millones de personas se están moviendo en el mundo. Una cosa es querer cuidar la seguridad pero tenemos que tener en cuenta que el distinto no es un peligro. Porque si algo he aprendido en mis viajes por el mundo salesiano, en los 118 países que he visitado, ¡es lo rica que es la diversidad! Es un tema para tener muy en cuenta y lo primero que hay que saber es por qué esa gente se mueve y por qué emigra. Si alguien sabe de migraciones, somos los españoles”, ha dicho el cardenal sobre esta realidad “que no puede ser olvidada”.
