Después de su último viaje a Brasil, ¿qué impresión le quedó de la realidad de las Editoriales Salesianas en América?
El trabajo editorial en América, surge en algunos lugares casi como presencias de la primera hora. Es decir, los salesianos llegan a América, fundan obras, imprimen el Boletín Salesiano, y enfrentan uno de los desafíos comunicacionales más importantes: edición de libros, creación de la buena prensa. Ese espíritu del pasado está aún vivo y latente en el presente. Las editoriales se reactualizan ante las necesidades de un continente con problemas diversos y a la vez compartidos por varios países. Hay mucho por crecer, por incrementar el trabajo en sinergia, enfrentando dificultades que no faltan. Pero el deseo de caminar está más firme que nunca.
Y en particular, ¿qué nos puede decir sobre Edebê Brasil?
Destaco fuertemente el sentido de trabajo, esfuerzo y colaboración. Y esto último en la línea de un fuerte deseo de compartir y ayudar en sinergia con otras editoriales salesianas. Hay un verdadero espíritu de fraternidad. El carisma es compartido en la misma medida por consagrados y laicos.
También conociste de cerca la red de radio salesiana: ¿qué nos puedes decir sobre este ámbito particular de animación de la Comunicación Social?
La radio salesiana en Brasil está en un fuerte crecimiento. Soy testigo de las variadas actividades que llevan adelante, tanto en la línea de la formación como de los contenidos. Dos personas claves que ayudan fuertemente a estas obras salesianas son el P. Joao Carlos y la Srta. Jocasta Pimentel, Referente Regional de Radios Salesianas en América. En esta oportunidad, pude visitar la Radio “FM Educativa”, la FM 95,1 de la UCDB (Universidad Católica Don Bosco), de la ciudad de Campo Grande. Un excelente servicio, de gran calidad, para poner la voz de la Iglesia y de Don Bosco, bien cerca de los jóvenes y del pueblo, buscando su educación y promoción.
En ambos contextos - editoriales y radio - hay un fuerte componente laico. ¿Qué observó durante su visita en este sentido?
Como expresé anteriormente, hablando de las editoriales, encontramos una fuerte vivencia del carisma compartido. Estas obras comunicacionales (editoriales, radios, etc), no serían realmente salesianas sin contar con la vivencia y experiencia de los laicos. Ellos, con su presencia, hacen de estas obras y sus cometidos, una verdadera experiencia del carisma. Un detalle. No he visto ningún laico desmotivado en estos espacios. Puede alguien estar pasando algún momento de dificultad o tristeza, propio de cualquier ser humano, pero aquellos que el Señor ha puesto a nuestro lado, viviendo su vocación de cristianos laicos, trabajan verdaderamente enganchados, compenetrados con el carisma de Don Bosco.
¿Qué impresión te causaron los misioneros de Meruri, donde fueron martirizados el padre Rodolfo Lunkenbein y Simão Bororo?
Verdaderamente fue un regalo del cielo. El testimonio de los mártires en el pasado está vivo en el testimonio del evangelio de estos hermanos misioneros en el presente. Así, tal cual. El mismo empuje, el mismo amor por el noble pueblo Bororo y el pueblo Xavante, la misma pasión y alegría por anunciar el Evangelio. Atesoraré toda mi vida este magnífico don y testimonio. Estos hermanos fueron un verdadero ejemplo de nuestra misión en las periferias del mundo.
Y, después de haber colaborado personalmente en la película sobre el próximo santo Artemide Zatti, ¿qué nos puede decir sobre el proyecto de hacer un documental sobre los dos mártires en Brasil?
En realidad, se tratará de una ficción, al igual que lo fue para Artémides Zatti. De todos modos, he hablado con los hermanos de Meruri (especialmente con el colaborador de Don Camerioni, el P. Joao Bosco) expresándoles que primero deberíamos evaluar las posibilidades. Lo primero que pensé es en caminar hacia una coproducción entre Alemania y Brasil, ya que el P. Rodolfo goza también en su patria de una gran fama de santidad y es amado y venerado por quienes lo han conocido. La historia es indiscutiblemente oportuna para ser llevada al cine en estos tiempos en que el mundo, gracias a la palabra del Papa Francisco, el mundo mira sin reparos a la Amazonía y a los pueblos aborígenes. Veremos. Yo estoy dispuesto a que el Señor nos guíe.
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Nuestra Congregación cuenta con una inmensa variedad de miradas y experiencias. Pero vayamos al lugar que sea, siempre encontraremos el mismo amor al Señor, a la Auxiliadora, a Don Bosco y a los jóvenes. Esto, es nuestro más grande tesoro.
