¿Elegiste el destino o te lo asignaron? ¿Estás feliz con eso?
La elección depende de la Congregación, aceptamos la tierra a la que nos envían como voluntad de Dios. Estoy feliz con mi destino y aunque hubiera dificultades con el idioma y la cultura, estoy seguro de que la gracia de Dios y la intercesión de Nuestra Señora me ayudarán todos los días.
¿Cómo tomaron las personas cercanas tu decisión misional?
No hubo demasiadas complicaciones porque mi familia, amigos, mis hermanos, todos compartimos la misma fe, somos cristianos y creyentes. Todos me dieron su bendición.
¿Tienes dudas o temores sobre la nueva cultura, la nueva realidad…?
No es fácil salir de tu país. Algunos pensamientos sobre el idioma, la aceptación de la gente, la seguridad, los tuve... Pero la presencia de los salesianos que ya están allí me dio la esperanza de poder afrontar estas inquietudes.
¿Qué proyectos o sueños tienes para tu misión?
No tengo otro proyecto más que el de responder cada día a la llamada del Señor, en obediencia a mi Superior y al servicio de los jóvenes.
¿Tienes modelos misioneros que deseas seguir o imitar?
Mi vocación misionera se inspiró en la historia de los santos, especialmente los misioneros y más precisamente en San Francisco Javier, pero también en el testimonio de la Iglesia en Madagascar, viendo el entusiasmo de los misioneros que se sacrificaron y aún hoy dedican su vida por la evangelización y la educación del pueblo malgache… ¡Yo también quiero ser como ellos!
La vida misionera es ante todo evangelización y celo pastoral de las almas. ¿Te sientes preparado en este campo?
Como salesiano, mi prioridad es la salvación de las almas. Y para prepararme, ya he comenzado a aprender el idioma, para poder comunicarme con las personas que el Señor pondrá en mi camino.
¿Quieres enviar un mensaje a tus hermanos o a los jóvenes?
Quiero decirles a mis hermanos que es una vocación dentro de una vocación y que todos - misioneros "ad extra" o "ad intra" - intentan vivir virtudes como la caridad, la humildad, la discreción, la paciencia, la fe, la flexibilidad..., ser signos y portadores del amor de Dios entre los jóvenes más pobres.
Mientras que mi mensaje para los jóvenes es: “Nunca temas dar tu vida por los demás, como Jesús”.