Juan Carlos, ¿Cómo nace tu vocación de Voluntario?
Yo pienso que mi vocación nació en familia. Mis padres han sido un ejemplo. Un segundo motivo fue la apertura de una escuela salesiana que me formó para ayudar a los más necesitados a través del Voluntariado Salesiano.
¿Qué camino has recorrido durante estos años como voluntario?
Mi primera experiencia fue en Wasakentsa. Luego, a los 25 años de edad fui invitado a trabajar en la parroquia de Santo Domingo Savio en Bellflower CA, como encargado de la pastoral juvenil. En el 2007 me hice cargo del Voluntariado Salesiano Inspectorial y continué las experiencias misioneras.
Estás finalizando un estudio sobre los Voluntarios ¿Tiene alguna implicancia para la Congregación?
Efectivamente, se realizó una investigación a 428 ex voluntarios de 28 diferentes países a nivel mundial. En esta investigación nos dimos cuenta de que una experiencia misionera cambia tu vida. El 93% de los ex voluntarios que participaron en la encuentra creen que la experiencia del voluntariado les ayudó y les cambió la vida.
¿Cuál es la parte esencial del Voluntariado?
Pienso que es el acompañamiento. Si un voluntario se siente acompañado crece humanamente. El acompañamiento exige no solo procesos, sino momentos como: estar pendiente, escuchar, tener reuniones personales, rezar con ellos.
Dentro del camino del Voluntariado, ¿cuál crees que es la situación más difícil de la misión?
Dentro del estudio he concluido que el 52% de los ex voluntarios afirman que el momento más difícil de la experiencia es cuando se termina el voluntariado y hay que regresar a la vida "normal". Después de vivir con la pobreza y volver a la casa, causa un choque que no es fácil aceptarlo.
Frente a una cultura de la indiferencia, ¿existan jóvenes con voluntad de ser misioneros?
Definitivamente que sí. Existen jóvenes que están buscando entregarse, compartir su vida. Solo nos falta ofrecerles la propuesta y un camino. ¡Cuánto bien podríamos hacer a muchos jóvenes que deambulan por el mundo sin sentido! Pero, quiero indicar que es importante que se defina la identidad del Voluntariado Salesiano.
¿Que se lleva un voluntario al finalizar su experiencia?
Nuestra investigación nos demuestra que hay 3 fortalezas: conocimiento de sí mismos, conocer diversos contextos y saber cómo interrelacionarse con las personas y lo esencial: ¡abrirse a una relación con Dios! Estos tres regalos son irremplazables por el resto de sus vidas.