Fue en 1955 cuando, siendo un joven salesiano, aterrizó en Yokohama. Hoy tiene 90 años, 65 años de misionero, todos vividos en Japón, y 62 años de sacerdocio. “Tuve la gracia de conocer a Don Cimatti personalmente” – recuerda el P. Compri sonriendo. Este vínculo suyo con el “Don Bosco de Japón” nunca se rompió. El P. Compri se convirtió en vice-postulador de la causa de beatificación, conservador y director hasta hace pocas semanas, del museo dedicado al venerable, y es también el autor de la autobiografía de Don Vincenzo Cimatti que no escribió, un libro que es el resultado de una larga y meticulosa consulta de más de 10.000 documentos, en su mayoría autógrafos de Monseñor Cimatti.
“Estamos esperando un milagro para la beatificación - añade - fue muy humilde y creo que hay que insistir mucho con él para convencerlo de que lo haga”.
Durante sus años de actividad misionera el salesiano de noventa años ha sido profesor y decano de escuelas e institutos salesianos, director de orfanatos, colaborador de la Editorial Salesiana de Tokio, autor de más de 30 textos en lengua japonesa entre los cuales seis sobre la Sábana Santa, de los cuales es un incansable divulgador entre los japoneses. También editó durante más de dos años una columna de televisión en la que presentaba el Antiguo y el Nuevo Testamento de forma sencilla: “Pero lo que más importa - dice divertido - es que al final la presentadora del programa, su marido y sus hijos han sido todos bautizados”.
Se le preguntó al P. Compri una clave de lectura sobre el Covid-19. “Nuestro Señor domina y guía la historia, que es la historia de la salvación – explica – Incluso esta historia debe tener un significado y una implicación para el bien del hombre. Este tiempo nos invita en cierto sentido a tomar nuestras vidas de nuevo en nuestras manos, a reconocer nuestros límites, a recuperar la centralidad de la persona y la familia en la conciencia de los individuos y las clases dirigentes y finalmente a cuestionarnos sobre el significado y el propósito de nuestra existencia. Me parece un momento favorable para volver a Dios”.
Estos temas son muy apreciados por el sacerdote salesiano y han constituido el hilo conductor de su trabajo misionero entre los japoneses, creyentes y no creyentes por igual. “A estas alturas me parece que el mundo entero tiende a eliminar y evitar estos temas, pero la sociedad japonesa, en particular, toda organizada y orientada hacia la eficiencia obtenida mediante la aplicación de procedimientos estandarizados para ser aprendidos y llevados a cabo, no ayuda a la persona a reflexionar y pensar en profundidad... En mis libros, describo la realidad, hago preguntas y propongo la respuesta cristiana”.
Fuente: SIR
