La confirmación de que participaría en el CG28 como representante de los jóvenes del Cono Sur llegó a fines del año pasado. “Para mí fue un gran honor”, sostiene. Llegó a Turín el 28 de febrero. Conoció a los 15 jóvenes que representaban a sus regiones de origen. A pesar de la distancia de los idiomas, hubo temas como el acompañamiento a los jóvenes y cuestiones de género que surgieron en todas las nacionalidades.
¿Qué aportaste al CG28?
Primero, no tenerle miedo a las conformaciones familiares que se presentan hoy. La familia perfecta ya no existe, es un cuento que seguimos planteando y hace mucho daño. Segundo, el rol de la mujer en la Iglesia. Después, cuestión de género: decimos “homosexual” y parece que estuviéramos hablando de algo prohibido. Laicos y salesianos no nos estamos comprometiendo con esto. Cuarto, el tema del acompañamiento y estar entre los jóvenes: al salesiano le encanta el rol de gestión y cada vez le cuesta más salir al patio. En quinto lugar, y se relaciona directamente, las vocaciones sacerdotales. Los jóvenes no se van a plantear una vida salesiana si ven que la función es solo gestionar un colegio u obra social.
Los jóvenes compartieron sus testimonios ¿De qué hablaron?
Ahí abrimos el corazón, nos sentimos en familia. Hablamos de por qué creemos que lo mejor que nos pasó en la vida es ser salesianos. Nos cambió la vida conocer a los salesianos. Y a partir de eso, les exigimos que estén entre nosotros.
¿Cómo viviste el cierre de un Capítulo y pasar al otro capítulo de tu vida?
En el último día de los jóvenes en el CG28, la alerta por el Covid-19 en Italia ya era grave. Emprendí vuelo hacia Francia. Esa misma tarde, la región del Piamonte cerró sus fronteras… En la mañana del 17 de marzo logró concretar un vuelo a Lisboa y quedó varado 39 horas… Llegué a Uruguay el 19 de marzo, usando barbijo e irremediablemente condenado a una segunda cuarentena por llegar de una zona considerada de riesgo. “Yo no sé si Dios te pone en tu camino todas estas experiencias. La vida es la vida y te pasan cosas. La jugada es encontrar a Dios en ellas. La idea de la fe no es solución de problemas. A la vida, se le vive como viene”.