“El viejo modelo Italiano de pobreza, que veía a los ancianos más indigentes, no es más valido: hoy la pobreza en Italia es inversamente proporcional a la edad, y disminuye más al aumentar esta.
En Italia los índices de pobreza absoluta han alcanzado los niveles más altos en la última década, afectando principalmente a los jóvenes en busca de trabajo y los adultos sin trabajo. Entre 4,6 millones de pobres absolutos, de estos, el 46,6% están en los grupos entre los 34 años de edad.
Contemporáneamente en la otra parte del mundo, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual habla de más de 100 millones de jóvenes latinoamericanos, es decir, el 64% de la población total, que viven en hogares pobres o vulnerables, y uno de cada cinco, es decir, el equivalente a 30 millones no tiene ni posibilidades de estudio ni de trabajo.
Una consecuencia más, es que alrededor del 50% de las empresas no encuentran mano de obra calificada presentándose esto como un problema particularmente grave sobre todo en Argentina, Perú, Brasil y México. Las causas y las razones que están a la base de estas realidades son muchas; pero a la hora de postular sugerencias para combatir ambas realidades, todas apuntan en concreto a la educación.
Una posibilidad de solución es quella presentada en Europa cuando propone destinar mayores recursos y tomar en cuenta la grande movilidad laboral. Los hombres de negocios en América Latina recomiendan a los presidentes y jefes de estado implementar el uso de la tecnología en la educación para preparar a los jóvenes "del futuro."
Los hombres de negocios insisten en que "los modelos de aprendizaje, utilizando tecnologías de la información y la comunicación permiten una mayor flexibilidad y la aceleración en el ritmo de aprendizaje", aunque reconoce que "queda mucho por avanzar."
Como salesianos, nosotros, hemos heredado de Don Bosco un sentido práctico, donde la educación y evangelización se realiza mediante respuestas concretas a las necesidades de los jóvenes y estas cifras son una llamada urgente a valorar, potenciar, resignificar y fortalecer nuestras presencias en el ámbito educativo entre los más pobres ayudándoles a encontrar en nuestras obras un lugar que asegure sus derechos y los ponga en condiciones de ganarse honestamente el pan y garantizar su realización personal en la vida.
Este es el campo de trabajo donde desarrollamos nuestra vocación, donde a diferencia de las ONGs proponemos a los jóvenes algo más que una cualificación laboral; nuestra propuesta educativa es una presencia orientadora para que el joven descubra su vocación como Hijo de Dios y constructor de la sociedad.