Un pacto de amistad
Quiero contarles una historia personal: vengo de una familia humilde; mis padres, con gran esfuerzo, han logrado construir una vida digna y mantener nuestra familia. En nuestros humildes barrios de América Latina, la solidaridad entre vecinos abunda: nos ayudamos unos a otros cuando los niños necesitan ser cuidados, compartimos comida cuando una familia la necesita, y formamos lazos que duran toda la vida. Esta fue la amistad entre mi madre y la Sra. Carmen, nuestra vecina de enfrente.
Recuerdo que cuando yo tenía 5 años vi llegar a esa casa un camión destartalado lleno de muebles, plantas, dos perros y cinco niños. Desde ese momento, una historia de 50 años se ha tejido entre nuestras familias y dura hasta hoy. Ambas mujeres construyeron una gran amistad. Una relación basada en gestos y sacrificios concretos. Todo iba muy bien hasta hace unos años, cuando la Sra. Carmen le dijo a mi madre que estaba cambiando de religión y que había encontrado en los pentecostales "la verdadera iglesia de Cristo". A partir de ese momento, se levantó un muro entre ellas. Mi madre, que era profundamente católica, y el evangélico pentecostal dejaron de hablarse, y esto durante más de una docena de años, rompiendo el viejo pacto de amistad.
En 2006, la Sra. Carmen murió y su hija mayor me buscó para agradecer por el servicio de mi madre. Fue una sorpresa para mí, porque yo sabía que no se hablaban entre ellos otra vez.
Me dijo que en los últimos años de su vida, su madre se había visto afectada por la diabetes, que la había dejado casi ciega. Mi madre había descubierto que la Sra. Carmen era casi ciega y siempre estaba sola en la casa porque los miembros de su iglesia no la visitaban. A partir de ese momento, dejó de lado su orgullo y todas las mañanas cruzaba la calle para visitar a su viejo amigo y el ritual era siempre el mismo: mi madre leía lentamente un pasaje de la Biblia que estaba en la mesita de noche, rezaba y se iba a casa. Así que durante dos años, todos los días, ininterrumpidamente.
Sería hermoso terminar diciendo que la Sra. Carmen ha vuelto a la Iglesia Católica, pero no lo ha hecho. El final de la historia tiene que ver con el valor de la "palabra dada", con el juramento de amistad que va más allá de toda división y diversidad.
Una palabra con efecto explosivo
Como el "sí" que cambió la vida de una joven en Galilea y que concierne a millones de creyentes cristianos y no cristianos: "La historia de María", dice el gobernador de Arabia Saudita, Turki Bin Talal, "cuenta la historia de cada verdadero ganador... La moraleja de su historia es clara; es a través del "sí" dicho a Dios que se puede lograr el éxito contra todas las luchas y pandemias. Sólo viviendo en armonía con el universo y su Creador veremos la inmensa fuerza que reside en unirse como un solo ser".(1)
El Cosmos comienza con la Palabra creadora pronunciada por Dios y que perdura en el tiempo. Nosotros, desde la primera palabra pronunciada, comenzamos un proceso de construcción de una vida ellas dan nombre a: deseos, sentimientos, en otras palabras quienes somos, nuestra identidad.
(1) https://bit.ly/3bh4jAq
