El origen de la vocación misionera
El P. John, cuando era un novicio, quería irse como misionero, pero sus continuas peticiones no fueron aceptadas. Posteriormente conoció al P. Bernard Tohill, que era entonces Consejero General para las Misiones, quien le permitió pasar el verano de 1978 en Guatemala. Allí trabajó con los indígenas de las montañas y aquella experiencia reforzó su idea de ser misionero.
Misión en Liberia y la Guerra Civil
Posteriormente fue enviado a Liberia, y el P. John sirvió tanto en Monrovia como en Tappita. Poco después de su llegada a Liberia, estalló una guerra civil en el país, durante la cual murieron cientos de personas. El P. John no dudó en negociar con los rebeldes, especialmente para exigir la liberación de los prisioneros. Arriesgó su propia vida para salvar a los que estaban en peligro. Después de la guerra civil, los salesianos tuvieron que abandonar Tappita y no regresaron hasta finales de los años noventa. Posteriormente tuvieron que retirarse de nuevo y la misión no se reabrió hasta 2018.
Servicio en Sierra Leona
En 1998, mientras la guerra civil continuaba en Liberia, el P. John fue transferido a Sierra Leona. Pasó un año en Lungi, antes de mudarse a Freetown, donde inició un proyecto para ayudar a los niños de la calle. En Sierra Leona, sin embargo, también hubo una guerra civil y donde el P. John contribuyó a la rehabilitación de niños soldados y otras jóvenes víctimas de la guerra. Permaneció en Sierra Leona hasta 2008, antes de ser transferido a Sudáfrica. En los años que pasó en Sierra Leona siempre estuvo al lado de aquellos que habían experimentado los traumas de la guerra.
A partir de esa misión en Sierra Leona, se ha continuado y se ha desarrollado un gran trabajo de la obra salesiana en “Don Bosco Fambul”.