¿Qué te hace feliz ser Salesiano Coadjutor?
Hay tres fuentes principales de mi alegría: compartir mi vida salesiana con mis hermanos. Al mismo tiempo dedico mi vida a los jóvenes. Y finalmente el ser misionero.
¿Quién es tu modelo de Salesiano Coadjutor?
Tengo dos modelos para mi vida. Los beatos Artémides Zatti y Stefano Sandor.
En tu opinión, ¿cuál es la contribución específica que puede hacer un Salesiano Coadjutor?
Tiene que ver con la presencia en la comunidad religiosa y con la presencia como educadores en medio de los jóvenes.
¿Qué se puede hacer para que la vocación consagrada laical sea más visible dentro de la Iglesia?
Creo que se debe tratar de compartir responsabilidades con los sacerdotes en la misión educativo-pastoral. Y luego formar Salesianos Coadjutores expertos en Catequesis y en Teología.
¿Y cómo puede un Salesiano Sacerdote promover la vocación laical salesiana?
Vivir una vida sencilla, ser un buen salesiano y estar presente junto a los jóvenes.
¿Dónde se apoya tu vocación?
Mi vocación no es mía, pertenece a Dios, por ello creo que se debe sostener en la Comunidad Salesiana, en la vida de oración persona y sobre todo en la Celebración Eucarística diaria, y en la misión en medio de los jóvenes.
¿Qué esperas del Congreso de los Salesianos Coadjutores el año 2018?
Yo espero las indicaciones sobre cómo promover la vocación del Salesiano Coadjutor y cómo mantener a los hermanos Salesianos fieles a su vocación.
De las 23 Inspectoría, Visitadurías o Delegaciones de la Región Salesiana de Asia Este- Oceanía, son un promedio de nueve de estas que no cuentan con un Salesiano Coadjutor Salesiano; por ello, el carisma salesiano todavía no es completamente visible dentro de la Iglesia local. Los Salesianos de la región, piden oraciones por las vocaciones a la Vida Consagrada Laical como Salesianos Coadjutores en Nueva Zelanda, Isla Fiji, Samoa, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea, Pakistán, Laos, Malasia y Mongolia.
Fuente: AustraLasia