¿Qué la hace feliz como Coadjutor Salesiana?
Trabajar por los jóvenes y con los jóvenes. Otra experiencia que me da alegría es permanecer con los pobres, con su familia, y encontrar formas de ayudarlos.
¿Quién es su modelo de Coadjutor Salesiano para usted?
Este es el misionero salesiano italiano, Sr. Lorenzo Nardin (1922-2007), mi educador en el curso de sastrería cuando llegué por primera vez a una escuela salesiana, en ese momento era un estudiante de secundaria.
En su opinión, ¿cuál es la contribución específica que puede hacer un Coadjutor Salesiano?
La principal contribución de los Salesianos Coadjutor en la misión salesiana fue en el campo de la educación técnica. Muchos de los hermanos Salesianos que vinieron aquí en una misión estaban a cargo de los laboratorios técnico-profesionales. Y también pienso en el deporte, ya que muchos de ellos eran buenos entrenadores de fútbol, voleibol y otras disciplinas. En cuanto a la vida comunitaria, creo que la contribución de los Salesianos Coadjutores debe ser la de vivir como una persona consagrada ejemplar y activa.
¿Qué se puede hacer para que la Vocación Consagrada laical sea más visible dentro de la Iglesia?
Preparando profesionalmente a los laicos consagrados, y puedan asumir mayores y más importantes responsabilidades.
¿Y cómo puede un sacerdote salesiano promover la vocación laical salesiana?
A través de un mejor conocimiento de la vida del Salesiano Coadjutor. Se puede hacer leyendo la literatura sobre la vida de los Salesianos Laicos y hablando con muchos jóvenes de la parroquia, de la escuela o donde los encontremos.
¿Qué es lo que apoya su vocación?
Mi oración, tanto a nivel personal como comunitaria, eso me sostiene.
Fuente: AustraLasia