El mensaje de hermandad común entre los niños fue evidente en todos los dibujos. Pero, a nivel mundial hay mucho trabajo para que se conceda el debido reconocimiento a las personas con síndrome de Down. El objetivo específico del Día Mundial de este año fue, de hecho, hacer hincapié en el protagonismo activo de las personas con síndrome de Down en la sociedad: "Mi Voz, Mi Comunidad" fue el lema elegido.
A través de estas iniciativas las personas Down, y muchas asociaciones de familiares han pedido a la sociedad ser reconocidos y apreciados plenamente en sus comunidades, con la capacidad para hablar, ser escuchados y para influir en las decisiones políticas.
Para estimular un cambio cultural en el enfoque hacia el síndrome de Down y a la discapacidad en general, CoorDown, que es la Coordinación Nacional de las asociaciones de personas con síndrome de Down, ha puesto en marcha la campaña: #NotSpecialNeeds
En la película Lauren Potter, una actriz de 27 años con síndrome de Down, desafía la definición de necesidades especiales: "No necesitamos comer huevos de dinosaurios, ni de ponernos armaduras, no necesitamos masajes de un gato o ser despertados por una estrella de cine. Necesitamos como todos: “la educación, el empleo, las oportunidades, los amigos y la vida afectiva”.
En una palabra, las personas Down tienen necesidades humanas como todo ser humano. Lo que puede cambiar, señala el CoorDown "es el grado de asistencia o la forma de satisfacer esas necesidades”.
El acceso al empleo de las personas con síndrome de Down es todavía uno de los desafíos que se debe trabajar a todos los niveles. Un ejemplo es el consentimiento unánime para que una muchacha con Down, Mélanie Segard, sea anunciadora de la previsión del tiempo en Francia. Iniciativas en este sentido siguen siendo esporádicas en nuestra sociedad.
Un desafío muy grande e importante para los salesianos que trabajan por la educación y la formación de todos los jóvenes.