RMG – Las casas de la “Virgen de Don Bosco” en el mundo: la Basílica de María Auxiliadora en Roma
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20 Mayo 2024

(ANS – Roma) – La devoción de Don Bosco a María Auxilio de los Cristianos encontró una de sus expresiones más elevadas en la construcción del Santuario dedicado a Ella en Valdocco: un signo de gratitud del Santo de los Jóvenes hacia la Virgen, de entrega de la obra salesiana a Su intercesión, y sobre todo de cumplimiento de la voluntad de María, quien había solicitado expresamente esta obra a Don Bosco en uno de sus célebres sueños. Sin embargo, la devoción de Don Bosco se ha concretado en muchas otras obras similares en todo el mundo, y hoy en día hay varias iglesias y basílicas dedicadas a la Auxiliadora. En vista de la celebración anual de la Fiesta de María Auxiliadora, el 24 de mayo, presentamos algunos de estos templos, verdaderos homenajes a la “Virgen de Don Bosco”, comenzando por el erigido en la Ciudad Eterna, Roma.

La grandiosa obra erigida en la Via Tuscolana se compone de varias áreas, incluyendo una gran iglesia, dedicada a la Auxiliadora, erigida como parroquia el 25 de marzo de 1932 por Pío XI. El proyecto se pensó con la forma de una gran cruz latina, con el brazo mayor de setenta y dos metros y el menor de cuarenta metros.

La iglesia fue solemnemente consagrada el 17 de mayo de 1936 y, desde 1967, es sede del título cardenalicio de “Santa María Auxiliadora” en la Via Tuscolana. Desde abril de 1969 tiene la dignidad de basílica menor.

El templo fue realizado según el proyecto de los arquitectos profesor Giulio Vallotti, de la oficina técnica de los Salesianos, y el profesor Nicola Mosso, de Turín, al estilo de las grandes iglesias romanas del Renacimiento. Fue decorado con frescos entre 1957 y 1965 por el Padre Giuseppe Melle, Salesiano de Don Bosco. Además, de ser un artista de valor, el Padre Melle también era un buen teólogo y representó numerosos temas en los siguientes ciclos pictóricos: mariano, eclesial, eucarístico y salesiano, con ecos y estilos que recuerdan las célebres Estancias de Rafael en el Vaticano.

La fachada está dividida en dos órdenes. En el orden inferior, cuatro columnas coronadas por un arquitrabe y un frontón enmarcan la entrada principal del templo. En el orden superior se repite la misma monumentalidad, pero con solo dos columnas y en lugar de la puerta hay una gran ventana. Todo está coronado por una balaustrada en cuyo centro se encuentra una estatua de la Auxiliadora. Completan la fachada dos torres campanario, con un total de ocho campanas.

En el interior, de tres naves, hay numerosos elementos simbólicos y temáticos. En la cúpula están representados los ángeles con la Virgen Asunta. En el tambor figuran los episodios narrados en la Sagrada Escritura y los dogmas marianos. En el ábside se representa la soberanía de María Santísima sobre los ángeles y la humanidad. Más abajo, en primer plano, están los apóstoles y evangelistas, luego los mártires y al fondo los confesores de la fe y los obispos.

La bóveda principal también alberga las victorias de Lepanto (1571) y de Viena (1683), atribuidas a la ayuda de María Auxiliadora. A lo largo de los lados se ilustra la obra de los salesianos (escuelas y misiones) y las imágenes y episodios de los más famosos santuarios marianos.

En los seis altares de las capillas laterales, el Padre Melle representó también un ciclo eucarístico. Las lunetas muestran la acción de las tres Personas de la Santísima Trinidad unidas en el sacrificio del Hijo, evocado en el de la Misa. Las velas de los arcos, por su parte, muestran escenas del Antiguo Testamento que lo prefiguran: las Almas del Purgatorio; la sangre del Cordero pascual; el sacrificio de Isaac; el pan de Elías; el sacrificio de Melquisedec; el maná en el desierto.

A la izquierda del transepto se encuentra la capilla de San Juan Bosco. En la bóveda se representa un singular comentario a la “Salve Regina”: Don Bosco reza a María para que muestre a su Hijo Jesús después de esta vida, que es un valle de lágrimas. Bajo la cúpula en trampantojo, el Padre Melle representa enfermedades, sufrimientos y escenas de la Primera Guerra Mundial.

En el lado opuesto se encuentra la capilla de San José. El patrono de la Iglesia católica apoya la cabeza de Jesús y bendice a los fieles. Y un cartel debajo de la Virgen reza “Id a José”, promoviendo así la encomienda al padre putativo de Jesús.

Finalmente, la estatua de María Auxiliadora domina el centro del ábside, con los símbolos de la realeza divina y de María – las coronas y el cetro – que fueron bendecidos por el Papa Pablo VI, el 5 de diciembre de 1965, al término del Concilio Vaticano II.

Cada año, con motivo de la fiesta de María Auxiliadora, la basílica se convierte en el centro de una devoción popular muy sentida y participativa, que culmina en la procesión por las calles del barrio y que va acompañada de una gran fiesta local, con puestos y otras atracciones.

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