Hace doscientos años, Don Bosco tuvo lo que ha pasado a la historia como el "Sueño de los nueve años"...
Don Bosco, como muchos seres humanos, experimentó los sueños, y algunos de ellos pueden considerarse sueños proféticos y premonitorios. Él mismo contó y describió algunos en las Memorias del Oratorio, un texto autobiográfico. El sueño que tuvo a los nueve años, en 1824, fue como una brújula para su existencia, orientándola hacia el proyecto que la Providencia le señalaba. Es el sueño en el que los lobos se transforman en corderos, reemplazando escenas de violencia con paisajes de paz serena.
Es la misma María Auxiliadora quien indica el método que se llamará preventivo: razón, religión, amor. Por eso, este sueño ha sido elegido como aguinaldo para la Familia Salesiana por el 10° sucesor de Don Bosco, el cardenal Ángel Fernández Artime, extendida en más de ciento treinta países en todo el mundo.
El desafío educativo se enfrenta a un mundo nuevo, con desafíos que van desde lo social hasta la inteligencia artificial.
Vivimos en tiempos de pobreza educativa por varias razones: falta de educadores y de familias, instituciones tradicionales deficientes, espacios cada vez más ocupados por tecnologías de comunicación incontrolables. Los salesianos buscan estar en medio de esta realidad, compartiendo las mismas tecnologías, transmitiendo contenidos ricos en valores, motivando la vida junto con los mismos jóvenes.
Aumentan los casos de suicidio, los comportamientos autolesivos, los trastornos alimentarios, los conflictos entre padres e hijos, la retirada de los jóvenes de la escuela y de la vida social. ¿Es una generación sin esperanza?
Preocupa el aumento de los suicidios en la juventud, así como la depresión psíquica y los conflictos de diversos tipos. Sin embargo, creemos, siguiendo a Don Bosco, que los jóvenes siempre tienen en sus corazones semillas de bondad y generosidad por desarrollar para el futuro.
Debemos combatir su soledad, responder a sus necesidades, incluso provocando preguntas cuando no se formulan, estar cerca de ellos amándolos y ayudándolos a realizar un futuro antes soñado.
La esperanza es una dimensión de la misma fe religiosa y puede dar sentido a la vida cotidiana. Luego, es necesario hacer entender el valor de una vida vivida en la perspectiva de un proyecto por realizar con los demás y, entre ellos, un Dios amigo, personal y misericordioso que llama a todos y a cada uno a realizar la supremacía del bien.
¿Qué responsabilidad tiene la escuela en el crecimiento de los jóvenes?
La escuela aún tiene una responsabilidad central, tanto más que, independientemente de los abandonos, se asiste al menos durante algunos años. Una escuela de calidad capaz de ofrecer proyectos de aprendizaje e investigación en una experiencia socializadora difícilmente será abandonada. Luego se necesitan profesores que vivan su experiencia como un don, pero con profesionalismo serio e involucrante.
Los salesianos siempre han estado junto a los jóvenes. ¿Quién apoya a las familias en el camino educativo?
La familia tiene un papel fundamental en el camino educativo, siempre que no sea despojada por su propia crisis interna o por otros motores educativos como los medios y las redes sociales. La Iglesia, a través de las parroquias, las asociaciones y los grupos de diversos tipos, puede apoyar a la familia invitándola a no rendirse y abordando los problemas en un trabajo pastoral conjunto.
https://www.infoans.org/es/component/k2/item/20122#sigProId08607ab81f