¿Elegiste el destino o te lo asignaron? ¿Estás feliz con esto?
No elegí, pero en cuanto escuché la noticia me sentí feliz; y agrego que me sentí feliz y bienvenido en mi nueva Inspectoría cuando estuve allí una semana antes de venir a Roma para el Curso de Orientación para Nuevos Misioneros.
¿Cómo tomaron las personas cercanas a ti la decisión misionera?
Los miembros de mi familia han abrazado positivamente esta meta y están orando mucho por mí; en cuanto a amigos y salesianos me animaron mucho y me lo siguen mostrando con llamadas telefónicas y e-mails.
¿Tienes dudas o temores sobre la nueva cultura, la nueva realidad…?
A menudo tengo miedos, porque no sé qué me espera a continuación; pero con el curso de orientación misionera me siento más confiado y valiente, dispuesto a atravesar los momentos difíciles que surgirán en mi vida misionera.
¿Qué proyectos o sueños tienes para tu misión?
Tengo varios, pero el primer proyecto es poder evangelizar con el testimonio de mi vida; y mi sueño no es ir a construir iglesias o escuelas, sino anunciar el mensaje de Cristo a los jóvenes pobres y abandonados.
¿Tienes modelos misioneros que quieres seguir o imitar?
Tendría muchos que me gustaría imitar, pero cada persona tiene su propio estilo. Luego está el modelo del mismo Don Bosco, misionero incansable, y también los grandes misioneros que vinieron a mi Inspectoría de África Central (AFC), que fueron testigos del amor de Cristo a través de su estilo de vida.
La vida misionera es ante todo evangelización y celo pastoral de las almas. ¿Estás de acuerdo?
¡Sí, la vida misionera es justamente esto! Porque el misionero es el que da vida y es un hombre de fe.
¿Quieres enviar un mensaje a tus hermanos o a los jóvenes?
Mi mensaje a los hermanos es una invitación a amar la vida misionera: ¡porque la Iglesia es misionera y gracias a los misioneros la Congregación está en todo el mundo! Y a los jóvenes les digo: ustedes son la esperanza de la Iglesia de hoy, sin ustedes el Evangelio no se conocerá en todo el mundo… ¡El mundo necesita de ustedes para anunciar la Buena Nueva!