Las fases principales de la traducción:
en el año 382 en Roma, san Jerónimo es animado por el papa Damaso a dedicarse a la actividad bíblica;
en el 384 inicia una revisión de los cuatro Evangelios con el texto griego original,
del 390 al 405 se dedica al Antiguo Testamento.
Desde el VI siglo, la Vulgata se vuelve la versión hegemónica de la Iglesia latina occidental.