El documento final del Sínodo, n. 125, invita a la comunidad cristiana a ir más allá de “la autorreferencialidad del yo de nuestra propia conservación para el servicio de un nosotros inclusivo hacia Toda la familia humana y de toda la creación”
La Exhortación Apostólica Postsinodal, Christus Vivit, retoma y relanza la provocación también con indicaciones operativas y propone una “pastoral juvenil popular”: “En el Sínodo se exhortó a construir una pastoral juvenil capaz de crear espacios inclusivos, donde haya lugar para todo tipo de jóvenes y donde se manifieste realmente que somos una Iglesia de puertas abiertas. Ni siquiera hace falta que alguien asuma completamente todas las enseñanzas de la Iglesia para que pueda participar de algunos de nuestros espacios para jóvenes. Basta una actitud abierta para todos los que tengan el deseo y la disposición de dejarse encontrar por la verdad revelada por Dios. Algunas propuestas pastorales pueden suponer un camino ya recorrido en la fe, pero necesitamos una pastoral popular juvenil que abra puertas y ofrezca espacio a todos y a cada uno con sus dudas, sus traumas, sus problemas y su búsqueda de identidad, sus errores, su historia, sus experiencias del pecado y todas sus dificultades” (n. 234).
La comunidad cristiana, que camina con los jóvenes, se siente provocada a una renovación radical. ¿Cómo se puede fomentar una mentalidad inclusiva? ¿Qué implicaciones tiene este trabajo pastoral para la Iglesia? ¿Qué retos culturales logras divisar? El seminario retomó estas cuestiones e indicó posibles caminos, abordándolos desde diferentes puntos de vista: sociológico, estrictamente pastoral y eclesiológico.
La Srta. Cecilia Costa, profesora de Sociología de la Universidad de Roma Tre, destacó una serie de cuestiones de la juventud, como la búsqueda de sentido, la necesidad de reconocimiento, la búsqueda de relaciones de reciprocidad y acompañamiento, la necesidad de Dios cargado de intimidad y afectividad... Por ello, sugirió una pastoral capaz de ser flexible y de cuidar los registros relacionales y afectivos.
Mons. Paolo Giulietti, arzobispo de Lucca, ex director del Servicio Nacional de Pastoral Juvenil italiana y releyó el documento “Christus Vivit” en clave operativa. Subrayó aspectos de la “autorreferencialidad” presentes en la vida actual de la Iglesia y vislumbró los caminos de una pastoral más abierta y popular, insistiendo particularmente en la pluralidad de los itinerarios y en la necesidad de experiencias desestructuradas y capaces de favorecer el protagonismo de los jóvenes.
El Profesor P. Roberto Repole, Director de la Sección de Turín de la Facultad de Teología del Norte de Italia, mostró cómo los actuales desafíos pastorales implican una comprensión del significado mismo de ser Iglesia, llamada a reconfigurarse en relación con las categorías antropológico-teológicas que son particularmente importantes hoy en día: el don, el vínculo, la gratuidad, la hospitalidad, la fraternidad.
El seminario buscó hacer interactuar diferentes puntos de vista y nació, por otro lado, del deseo de interacción entre los tres Institutos de la Facultad de Teología. Como señaló el Rector, P. Mauro Mantovani, el seminario quería expresar la inclusividad ya en la preparación, en el método de trabajo, en el estilo de organización.
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